Coronavirus en Argentina

Los contagios de coronavirus en Argentina vienen mostrando un claro descenso y los expertos indicaron que podría ser el fin del brote provocado por la variante Ómicron. Los especialistas aseguraron que la caída de casos que se registra de manera sostenida significaría el final de la tercera ola en el país y explicaron qué pasará con el virus en lo que resta del 2022.

Según detallaron, Ómicron llegó en diciembre al territorio argentino y tuvo su pico el 10 de enero último, cuando se diagnosticaron 159.757 positivos en un solo día. Sin embargo, desde el 13 de enero la tendencia comenzó a revertirse de una manera tan precipitada como había subido un mes atrás y este domingo solo se reportaron 12.664 infectados.

Al mismo ritmo que la caída de los diagnósticos, también cayó la positividad de los testeos. El momento más alto de esa tasa se dio entre el 18 y 19 de enero pasado, cuando 7 de cada 10 personas con pruebas diagnósticas recibían la noticia de que estaban infectadas con COVID-19.

En este marco, el infectólogo de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Ricardo Teijeiro, sostuvo ante Infobae que "la baja de los diagnósticos refleja que efectivamente los contagios bajaron. Más allá de los cambios en los testeos, existen otras variables que ratifican esta tendencia. Por un lado, cayó la positividad a menos del 50% cuando antes era mucho más alta. Es decir, sobre la cantidad total de personas testeadas hay menos que están infectadas".

"Es evidente que este descenso de casos por Ómicron es tan brusco como fue la subida. Si los testeos de Provincia generan alguna desconfianza se pueden mirar los números de la Ciudad de Buenos Aires, que continuó con el mismo criterio de testeos. Allí también bajaron los casos de manera pronunciada. La disminución es real", agregó Teijeiro.

Por su parte, el ingeniero en Sistemas y creador del sitio web Covidstats, Mauro Infantino, remarcó que "la positividad no miente, porque es una fórmula matemática que se calcula con una división. La única forma de que caiga la positividad, como está ocurriendo, es que los casos caigan más rápidos que los testeos", y afirmó que existen otros factores que son consecuentes con la baja de los casos registrados y que hacen prever que esta ola está llegando a su fin: "Hay muchos otros factores además de la positividad, como la caída de los pacientes que se acercan a las Unidades Febriles de Urgencia (UFU) en la Ciudad de Buenos Aires y también la cantidad de búsquedas en Google. Si vos mirás las olas anteriores, las búsquedas de Google siempre acompañaron las curvas de los contagios y esta vez eso se vuelve a repetir en el ascenso y ahora en el descenso".

Con respecto a lo que puede suceder con la enfermedad durante este año, los expertos más optimistas están convencidos de que estos brotes pueden provocar que el coronavirus se convierta en un virus endémico y estacional: "Nosotros tenemos la esperanza de que el virus empiece a caer. Que las nuevas variantes, aunque haya reinfecciones, sean con cuadros más leves. Veremos cómo sigue esto, porque todavía falta evaluar las secuelas de esta ola y, sobre todo, lo que pasará en nuestro invierno. Será muy importante el avance que podamos lograr en los refuerzos de las vacunas, porque por ahora vamos lentos", advirtió Teijeiro.

"Es probable que no haya cuarta ola. En algún momento, este virus terminará siendo endémico. Será un virus respiratorio habitual y ya revisaremos si hace falta continuar con refuerzos de vacunación anuales para inmunizar y sobre todo a quiénes aplicarle esas dosis. Pero para eso todavía falta, todo eso está ahora en discusión", indicó.

Vale destacar que la segunda ola en Argentina, que se registró a mediados de 2021, fue la de mayor impacto sanitario por los altos niveles de ocupación hospitalaria, pero principalmente por la alta cantidad de muertos. En el pico de esa ola, el 3 de junio pasado, fallecieron 652 personas en un solo día.

La tercera ola, en cambio, se destacó por una alta cantidad de contagios, pero una mortalidad inferior. A diferencia de lo ocurrido en la segunda ola, el pasado 27 de enero se registraron 333 muertos, casi la mitad que en el pico de 2021.