Día Nacional del Reportero Gráfico

Mediante la Ley Nº 24.876, sancionada en septiembre de 1997 y promulgada en Octubre de ese mismo año, se estableció el 25 de enero como «Día Nacional del Reportero Gráfico Argentino».

A través de un video, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), homenajeó a los reporteros gráficos argentinos en su día, a través de lo que representa José Luis Cabezas, asesinado el 25 de enero de 1997.

“A 24 años del crimen del reportero gráfico José Luis Cabezas, quienes integramos el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) queremos homenajear, a través de lo que él representa, a todos los reporteros gráficos del país, actores centrales de la actividad periodística. Sin sus fotografías, sin su valentía y sin su talento, el periodismo no podría haberse constituido como un pilar fundamental del sistema democrático”, reza el comunicado.

Agregan también en el texto que “el ojo ‘clínico’ de los fotógrafos fue la clave de muchos de los más grandes hallazgos de la prensa, en la Argentina y en todo el mundo. La tarea de los reporteros gráficos, además, le otorga valor testimonial a la información en un mundo en el que las imágenes suelen prevalecer sobre las palabras: los hechos más importantes de la historia todavía “nos hablan” desde las imágenes que captaron oportunamente los fotógrafos profesionales”.

“En este 25 de enero, recordando la memoria de José Luis Cabezas, volvemos a reclamarle a la justicia que los asesinos cumplan la totalidad de sus condenas en prisión, convencidos de que su crimen fue el peor atentado contra la libertad de expresión desde el retorno a la democracia en la Argentina”, finalizan.

POR QUE AESINARON A CABEZAS

José Luis Cabezas era reportero gráfico y trabajaba en una investigación sobre el empresario Alfredo Yabrán, implicado en casos de corrupción. Hacía poco, Domingo Cavallo —en el ’95, cuando era Ministro de Economía— lo había acusado de ser “jefe de una mafia enquistada en el poder”.

Su cara no aparecía en ningún lado y las viralizaciones social media aún no habían nacido. Se movía con impunidad, incluso llegó a decir: “Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente”.

Esa tarde de calor, José Luis Cabezas le sacó dos fotos mientras Yabrán caminaba sin que nadie supiera quién era en una playa de Pinamar en febrero de 1996 y al mes siguiente, en marzo, salió en la tapa de la revista Noticias. Casi un año después, el asesinato.

La Justicia avanzó —fueron condenados, entre otros, el jefe de custodia de Yabrán y el comisario de Pinamar— y en mayo de 1998 emitió una orden de captura contra el empresario y su personal de seguridad. Cinco días después, prófugo y clandestino, en Aldea San Antonio, Entre Ríos, se puso un arma en la boca y disparó. Su rostro, irreconocible, —sumado a una transacción comercial a su nombre en Estados Unidos en el 2002— agigantó el mito de que Yabrán sigue vivo.

Pero Cabezas no. Murió por ejercer su trabajo de fotoperiodista, al documentar la verdad, la realidad. Se trató de un caso clave en la historia reciente argentina, porque ponía en tela de juicio la libertad de expresión. En su nombre, una ley de 1997 estableció el 25 de enero como Día Nacional del Reportero Gráfico.