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Miércoles 3 de junio de 2020

Ni una menos

La deuda con las mujeres se cobra una vida cada 29 horas.

Hoy se cumplen cinco años del primer grito para frenar los femicidios en la Argentina. Sin embargo, los números siguen mostrando que el flagelo de la violencia machista necesita de decisiones más fuertes para lograr resultados concretos.


Hace cinco años, la movilización convocó a miles y miles de personas en todo el país, es que la violencia de género es un flagelo que no distingue entre clases sociales o ciudades más ricas o más pobres, las violencias (en todas sus formas) contra las mujeres es indistinta a edades o nivel educativo.


La iniciativa de la convocatoria partió de un grupo de periodistas que se congregaron a través de las redes sociales luego de varios asesinatos de mujeres en manos de hombres. El que provocó la indignación final fue el crimen de Chiara Páez en Entre Ríos, una joven de 14 años que fue asesinada y enterrada por su novio con complicidad de toda la familia.


El inicio del movimiento Ni Una Menos vino a llenar un silencio que ya no podía sostenerse más porque los cuerpos de las mujeres y trans quemados, vejados, embolsados, descuartizados, enterrados llenaron horas de noticieros y páginas de diarios mientras nadie hacía nada hasta que comenzó el grito que reclama vidas en paz, en libertad y con plena autonomía.


A cinco años de aquella primera experiencia multitudinaria que se replicó año tras año con más fuerza, la deuda del Estado con las mujeres y disidencias sexuales sigue pendiente porque los crímenes no cesan y cada vez son más terribles.


La pandemia del COVID-19 expone aún más la situación de violencia contra las mujeres. Actualmente cada 29 horas una mujer, niña, adolescente o trans es asesinada en nuestro país por un varón. Ese es el dato que se mantiene constante desde hace, al menos, cinco años cuando se dio origen a la movilización y luego al movimiento “Ni Una Menos” que llenó las calles y plazas del país el 3 de junio de 2015 bajo el grito “¡Vivas, libres y sin miedo nos queremos!”.