Infonueve.com

Actualidad

Monday 15 de February de 2016

Francisco clama por México

El pide por un Estado sin emigrantes y sin “traficantes de muerte”. Lo dijo en la homilía pronunciada ante 300.000 fieles en el violento suburbio capitalino de Ecatepec

El papa Francisco clamó este domingo por que los mexicanos hagan de su país una tierra donde “no haya necesidad de emigrar para soñar” y donde no haya riesgo de ser víctima de “traficantes de la muerte” y abogó por una “cariñoterapia” al visitar a niños enfermos.

En una homilía pronunciada ante 300.000 fieles en el violento suburbio capitalino de Ecatepec, una zona de paso para miles de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, Francisco invitó a “hacer de esta bendita tierra mexicana una tierra de oportunidad”.


“Donde no haya necesidad de emigrar para soñar, donde no haya necesidad de ser explotado para trabajar”, manifestó.


Hablando en una ciudad donde la violencia del crimen organizado se ha cebado especialmente con las mujeres, el pontífice también pidió hacer de México “una tierra que no tenga que llorar a hombres y mujeres, a jóvenes y niños que terminan destruidos en las manos de los traficantes de la muerte”.


“Es importante que lo haya dicho, es un tema muy delicado (la criminalidad) porque hace ver que las autoridades no están haciendo nada para que eso termine. Qué bueno que lo diga para que el mundo se entere de lo que está pasando aquí”, dijo Alicia Tejeda, una contadora de 27 años después de escuchar la misa en Ecatepec.


Cientos de fieles siguieron la misa a través de pantallas gigantes colocadas en los alrededores del campo, muchos de ellos después de haber pasado la gélida noche en el lugar.


En la misa, al aire libre, el papa advirtió a los feligreses de las tentaciones de buscar el dinero, la fama y el poder.


“Hermanas y hermanos, metámoslo en la cabeza, con el demonio no se dialoga. No se puede dialogar porque nos va a ganar siempre. Solamente la fuerza de la palabra de Dios lo puede derrotar”, expresó.


LA FE EN LA CIUDAD DEL FEMINICIDIO

Ecatepec, de 1,6 millones de habitantes, forma parte de una región que se volvió lúgubremente famosa por las alarmantes cifras de desapariciones de mujeres y los hallazgos de muchos de sus cuerpos desmembrados flotando en un canal de aguas negras, a unos 20 km de la sede de la misa de este domingo.


En el Estado se han registrado al menos 600 asesinatos de mujeres entre enero de 2014 y septiembre de 2015, según registros de la ONG Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.


Ante esta situación, algunos fieles consideraban que la visita del papa a Ecatepec ayuda a renovar la fe de sus habitantes y debería despertar la conciencia de los criminales.


“Venimos para que se acabe tanta homofobia, los feminicidios y las violaciones de niños, que sabemos que hay gente que son pederastas y que a ellos no los juzgan como a nosotras”, dijo Janis Alexandri Vargas, un travesti de 31 años que acudió a la misa junto a otras dos personas con la bandera de la diversidad sexual.


Pero otros habitantes de Ecatepec pensaban diametralmente distinto. Como Karla Paola Romero, una estudiante de Sociología de 21 años, que decía que el papa decidió visitar Ecatepec para “formar una fe”, pero se equivocó porque “esa fe está perdida” aquí.


“CARIÑOTERAPIA” PARA NIÑOS ENFERMOS

En horas de la tarde, Francisco abordó un helicóptero de regreso a la capital para visitar el Hospital Infantil Federico Gómez, donde se acercó a niños con cáncer y en sillas de ruedas, a quienes repartió besos, firmó autógrafos y entregó rosarios y estampas.


“Al cruzar esa puerta (del hospital) y ver sus ojos, sus sonrisas, sus rostros me generó ganas de dar gracias. Gracias por el cariño que tienen en recibirme, gracias por ver el cariño con que se los cuida y acompaña”, dijo a los menores el papa, que estuvo acompañado por la primera dama, Angélica Rivera, y otros funcionarios del Gobierno.


“¡Francisco, te amo!”, le gritó un niño, a quien el papa respondió: “Rezá por mí”.


El pontífice hizo un llamado para que los niños no sólo se curen con medicinas sino con “cariñoterapia” y recibió con emoción el sentido canto del Ave María que le dedicó una niña con pañuelo en la cabeza que, incluso, hizo llorar a la primera dama.


El encuentro con los pequeños propició un momento tierno para el papa que, más tarde, se reunió con un grupo de jesuitas, y que en esta visita a México ha hablado con franqueza sobre algunos de los graves problemas que agobian a los mexicanos.


El sábado, Francisco aprovechó su visita al Palacio Nacional y a la catedral de la capital para exigirle a líderes políticos y religiosos que hagan más gestos para devolverle la paz a los mexicanos y para enfrentar al narcotráfico.