Jueves 5 de junio de 2025
Se conmemora cada 5 de junio, buscando concientizar a la población sobre la importancia de cuidar nuestros ecosistemas. En 2025, la atención global se centra en la contaminación por plásticos.
Una buena forma de conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente es contribuir al cuidado de nuestra naturaleza y luchar contra el cambio climático. Si todos ponemos de nuestra parte, con proyectos e iniciativas propias, lograremos un futuro más sostenible.
En 2025, la atención global se centra en uno de los problemas más urgentes y visibles: la contaminación por plásticos.
El uso del plástico, que alguna vez fue símbolo de modernidad y conveniencia, se ha convertido en una amenaza silenciosa que invade océanos, suelos, el aire que respiramos e incluso nuestros cuerpos.
Gracias a la información que proporciona la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se sabe qué hay más de 400 millones de toneladas producidas anualmente, y menos del 10% reciclado. El plástico está transformando los ecosistemas y poniendo en riesgo la salud de millones de especies.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció la celebración para conmemorar el inicio de la Conferencia de Estocolmo de 1972, que se centró en el Medio Ambiente. Se trató de la primera gran conferencia sobre este asunto y contó con la asistencia de 113 países y más de 400 organizaciones.
Su celebración supuso un antes y un después en el tratamiento de estos temas y el comienzo de la conciencia ecologista. Ya en aquel entonces era evidente que la acción humana estaba afectando seriamente al clima y a los ecosistemas del planeta, y la iniciativa sueca puso de relieve la necesidad de tratar estos problemas. Desde entonces, quedan muchas asignaturas pendientes que hacen necesario que este Día Mundial siga celebrándose y despertando conciencias.
Las consecuencias que produce la contaminación de plásticos
Cada año, el mundo produce más de 400 millones de toneladas de plástico, y casi la mitad se destina a productos de un solo uso que terminan en la basura en cuestión de minutos. De todo ese volumen, menos del 10% se recicla, mientras que el resto se acumula en vertederos, se quema o, peor aún, termina en ríos, mares y océanos.
