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Sábado 12 de noviembre de 2022

​“Conseguimos todo a fuerza de trabajo”

Jorge Maestroliberti lleva 55 años a cargo del emprendimiento familiar “Aberturas Maestroliberti”. Su historia, es una de esa que inspiran y contagian ganas de seguir apostando por comunidades como las nuestras.

Jorge Maestroliberti tiene 74 años y, desde hace 55, lleva adelante el emprendimiento familiar “Aberturas Maestroliberti”, junto a su esposa Nora Battistella y sus hijos Gastón, Jorgelina e Ignacio.


La historia de Maestroliberti, es una de esas que inspiran y contagian ganas de seguir apostando por comunidades chicas como las nuestras. Jorge fue hijo único del matrimonio de Alberto Marcelo Maestroliberti y María Antonia Langone. “Nací en un rancho en la zona de French. Mi padre era caminero, arreglaba caminos y trabajaba en vialidad. Arrancó con caballos, más tarde sumó una champion y luego un tractor. Éramos muy pobres y desde chico estuve en el campo”, así relata su infancia en entrevista con Infonueve.


“Eran otras épocas”, aclara, pero pese a ello y a su corta edad, su futuro ya iba forjándose con reglas claras, las de antes. “O trabajas o estudias, me dijo mi padre”, recuerda con celeridad y como si fuese ayer.


Hasta sexto grado Jorge fue a la Escuela de “La Blanqueada”, ubicada en la zona cerca de French, pero después su vida daría un giro. “A los 13 años, mi papá me dio a elegir y me mandó a la Escuela Técnica. Aguanté apenas una semana. No me gustó. Me dijo, si no estudias, tenes que trabajar. Y me mandó solo, a buscar trabajo en una carpintería”, dijo con determinación.


Fue así como desde chico, aprendió el oficio de carpintero. “A los 13 empecé a trabajar. Primero, en lo de Raineri, luego en lo de Mezquida, después en lo de Iaconis, hasta que a los 18 años pudimos comprar las máquinas y empezamos a trabajar en el terreno del viejo almacén de Marena de calle Rioja, entre Lagos y Levalle, en un garage abierto”, relató.


“Empecé solo, haciendo trabajos chicos y metiendo horas. Acá no me conocía nadie. El inicio fue muy difícil. De a poco, metiendo muchas horas de trabajo, fuimos haciendo un galpón con mucho sacrificio porque todas las épocas fueron difíciles”, detalló.


Entre sus recuerdos más preciados y de camaradería Jorge recuerda su paso por la colimba. "Me tocó hacerla en Tandil. Soy clase 48´ y la hice en 1968. Aún conservo grandes amigos de esa época ".


Una de cal y tres de arena

Los cambios empresariales fueron dándose de a poco. En los ´90, Maestroliberti comenzó a fabricar puertas plegadizas. “Empezamos a vender por mayor y en muchos lados, como Buenos Aires y en la provincia”.


Al tiempo que se definió “siempre fui muy emprendedor y nunca me quedaba quieto”.


A veces no todo sale como uno espera, pero se toma como experiencia de vida. “Te cuento que me fundí tres veces. Paralelamente a la carpintería, puse en calle Libertad y La Rioja una zapatería. Me fue mal porque no era lo mío. Luego, agarre la época de Alfonsín. Era tanta la inflación que me era imposible trabajar, y volví a fundirme. No obstante, me quedé solo, pero no paré y trabajaba 15 horas por día. Finalmente, en el 95´, unos comerciantes vinieron desde Buenos Aires y me entusiasmaron con hacer más puertas plegadizas. Esa gente me enganchó con mucha plata y tuve que empezar nuevamente desde abajo. Me fundí tres veces, pero salí de ello”, expresó con tenacidad.


De tal palo, tal astilla

Con el paso del tiempo, Jorge acota, que la fabricación de las puertas plegadizas comenzó a mermar. “Dejaron de usarse tanto y fue ahí donde con mis hijos Jorgelina, Gastón e Ignacio y mi esposa Nora comenzamos con el negocio de aberturas”.


"Jorgelina, es la más chica, y se encarga de la atención comercial, de los números y de realizar los presupuestos, mientras que Gastón, realiza la fabricación de aberturas de aluminio y muebles a medida".


Actualmente, el nicho comercial de los Maestroliberti - ubicado en calle Lagos 834 . continúa en pleno crecimiento y adecuándose a estos tiempos modernos y de diseño. “En menor escala, seguimos haciendo plegadizas, aunque ya no se usan tanto, pero si continuamos fabricando muebles y sumando las aberturas de aluminio con distintas líneas”.


Pese a ello, asegura “hoy, la situación del país no es la mejor. Está bastante complicado porque hay mucha inflación, hay problemas de precios y no hay entrega de materiales”.


En cuanto al posicionamiento en el mercado, Aberturas Maestroliberti “está muy bien visto. Son 55 años y la gente nos conoce y sigue apostando por nosotros”, aseveró.


Finalmente, y en cuanto al futuro de la empresa, Maestroliberti indicó “espero que mis hijos sigan con las aberturas, aunque en Argentina hay que organizarse año a año. Todo va cambiando, pero hay que saber adaptarse. De eso se trata emprender. Sí a mi edad pierdo la Fe, que sería. Tengo que impulsar a los más jóvenes a que trabajen, a que estudien un oficio, que emprendan y que hagan algo porque trabajo hay. Es una lástima que los jóvenes se vayan. Sería lindo que sigamos apostando a la Argentina porque para mí es un país maravilloso. Tan mal no me fue, pero conseguimos todo a fuerza de trabajo, nadie me lo regaló”.



AGRADECIMIENTO

Un párrafo aparte, Maestroliberti lo dedicó para agradecerle a la gente de 9 de Julio. "A los clientes y a los amigo les digo gracias por el respaldo que he tenido a través de los años. e agradezco porque apostaron por nosotros, por la familia y les deseo un feliz año".