Los argentinos celebramos la democracia votando

Hace 38 años, un 10 de diciembre de 1983, la historia de los argentinos daría sus primeros pasos hacia el sistema democrático, de la mano de la presidencia de Raúl Alfonsín.

Por ese entonces, Abel Alejandro De la Plaza asumía como el primer intendente municipal nuevejuliense electo, tras la restauración de la democracia, y quien tuvo la intensa labor en la organización del municipio.

Ape, así lo conocen en nuestra ciudad, nació el 7 de septiembre de 1943 y con él la continuidad de una familia del Derecho, Escribanía, con historia en política y de fundación.

Se crio en el seno del hogar formado por Santos Abel De la Plaza y Noemí Luchini Vita.

Siendo estudiante universitario de Derecho formó parte de los centros de estudiantes de Derecho de las universidades de La Plata y del Litoral; como así también secretario de la comisión directiva del C.U.N.

En 1973 fue socio fundador de la Asociación de Abogados de 9 de Julio.
Fue concejal municipal entre 1989 y 1993, fue vicepresidente del Cuerpo Deliberativo.

Como así también Diputado provincial entre 1995 y 1999, fue co-autor de la Ley de Seguridad en el Deporte.

Fue integrante de la comisión directiva del Club Atlético 9 de Julio y en la actualidad es coordinador de prensa de las quince actividades deportivas que se realizan en esta institución.

También es un referente político del radicalismo en 9 de Julio.

Actualmente, a sus 78 años, De la Plaza se encuentra jubilado como abogado y escribano, pero colabora en el estudio jurídico de su sobrino, “Nacho” Palacios, actual presidente del Comite UCR de 9 de Julio y electo concejal, quien este viernes 10 de diciembre juraraa en el recinto del HCD.

SU FAMILIA

Ape está casado con Marta Elena Di Costa, es padre de tres hijos: Gustavo, Mara Laura y Leandro. Sus hijos varones viven en Buenos Aires y técnicos ópticos y tienen un importante laboratorio óptico; María Laura, comerciantes y Leandro. Además, tiene 3 nietos y una en camino.

Su esposa Marta, participa activamente en muchas instituciones de bien público de la ciudad, fue una permanente colaboradora durante su gestión, tanto como intendente municipal y como legislador.

SU PASO POR LA DOCENCIA

Ni bien concluyó los estudios universitarios, Abel De la Plaza, se incorporó en el estudio de su padre. Al mismo tiempo, en 1973, comenzó a dictar clases en la Escuela Normal Superior. Como docente de materias vinculadas con la instrucción cívica y el derecho, le tocó la época de las dictaduras militares. “Durante la dictadura militar los textos del estudio eran provistos por los gobiernos militares. A la materia que daba, Instrucción Cívica o Educación Democrática, se le cambió el nombre por el de Estudio de la Realidad Social Argentina (ERSA) y la enseñanza debía realizarse a partir de los apuntes elaborados por ellos. Particularmente, por una cuestión de convicción, no aceptaba esa imposición y enseñaba a los alumnos cómo era la democracia, cómo funcionaban las instituciones democráticas y qué características tenían los gobiernos militares”, recuerda.

EL CAMINO A LA DEMOCRACIA

La elección para presidente de 1983 fue un paso muy importante para la democracia de nuestro país. A partir de ahí, se consolidó el sistema democrático y de esto ya han pasado 38 años.

“En ese sentido, fue fundamental el rol de Raúl Alfonsín no solo porque fue quien lideró el movimiento y ganó la elección, sino también mantener la Democracia. Hubo movimientos militares, que integraban las Fuerzas Armadas que no aceptaban perder la hegemonía de gobierno. Ellos suponían que eran los salvadores de la Patria y pretendían seguir manejando el país”.

Infonueve: ¿Cómo fue la vuelta a la Democracia en 9 de Julio? ¿Y en ese contexto, participar de un partido político?

Ape: Hasta antes de 1983 estaba totalmente prohibida la actividad política. Casi 8 años estuvo gobernando el sistema militar. Los Comité estaban cerrados, estaban prohibidas todo tipo de reuniones políticas y cuando veían una reunión, sin motivo, los llevaban presos. Era muy grave la situación. No se podía hacer absolutamente nada.

Lamentablemente, por la tragedia de Malvinas, fue el momento donde el sistema militar se dio cuenta de que era imposible seguir manejando el país y ahí fue cuando se empieza a ver una apertura de la Democracia. Hacia fines de 1982 y principio de 1983, el país vuelve a empezar la actividad política.

En Nueve de Julio, como en todos lados, no había ningún tipo de actividad. Pudimos reunirnos y hasta reabrir el Comité. Ahí se empezaron a hacer los movimientos, como marca la Ley electoral, se hicieron las elecciones internas y así hasta la general, hasta de a poco ir recuperando la Democracia en nuestro país y en 9 de Julio.

I: ¿Qué lo motivoo a participar en política y postularse como intendente?

Ape: Creo que ya era por una cuestión familiar, como le está pasando ahora a mi sobrino, Ignacio Palacios. Estar en política viene de familia. Mi padre fue intendente en 1963, por dos años y medio, porque hubo un golpe de Estado cuando el presidente de la Nación era Illia. Mi postulación fue por convicción.

Además, ganamos por el empuje de Raúl Alfonsín. El acto de cierre de la campaña, en 1983, en la Av. 9 de Julio nunca se vio tanta gente y, por su puesto, fueron todos por su cuenta. No hubo un solo micro que llevo a una sola persona. En esa época, la gente iba por propia determinación.

I: Decía que estar en política es algo natural entre los De la Plaza. ¿Cómo es la historia familiar?

Ape: Mi tátara tatarabuelo, un militar, fue fundador de 25 de Mayo, aunque no fue reconocido en los libros de historia del lugar. Era el comandante del fuerte militar, Teniente Coronel José María De la Plaza, fue quien se estableció en 25 de Mayo y su fundador.

Mientras que, en 9 de Julio, el hijo este militar, mi bisabuelo Alejandro De la Plaza vino con la expedición de Julio de Vedia, fundador de 9 de Julio, estuvo un año afianzándose porque estaba en lucha permanente contra los indios. Luego lo llevan a la Guerra del Paraguay, que es en Asalto de la Batalla de Curupaity, donde fallece.

Por otra parte, mi bisabuela, Bonifacia Viera de De la Plaza fue la primera maestra con título de 9 de Julio y creo, junto con la Provincia, la Escuela de Niñas. Los antecedentes de mi familia están muy arraigados a 9 de Julio.

I: ¿Cómo fue gobernar tras la dictadura?

Ape: Hubo muchas dificultades porque tras 30 años de inestabilidad política y de golpes de Estado permanentemente la población no tenía ningún tipo de actividad ciudadana.

Cuando se recupera la democracia y ve como esa bandera que llevaba Raúl Alfonsín con esa predica, la gente fue dándose cuenta de que quien gobierna es el pueblo, como dice la Constitución, a través de sus representantes.

La gente veía que podía participa y el síntoma fue muy evidente. Cuando ingresamos al gobierno en 1983, había una sola Sociedad de Fomento en 9 de Julio, la del Barrio Parque Julio de Vedia y cuatro en las localidades del interior.

La gente venía a pedir de manera individual, siempre había propuestas y proyectos y les dijimos por que no se juntan en el barrio y forman una Sociedad de Fomento. Se formaron en Brasilia, Los Aromos, Villa Matilde, La Boca, Diamantina y de ahí empezó el auge de las Sociedades de Fomento y del trabajo en comisiones de las entidades a participar. Esto se dio junto con la actividad de los concejales.

I: ¿Si tuviese que definir la base de su intendencia ¿Cuál sería?

Ape: Diría que se destacó por la obra de gobierno. En aquella época, había dos grandes problemas la falta infraestructura y de vivienda. En el ´83, el déficit habitacional era enorme y sobre esa base, trazamos un plan de gobierno.

La Cooperativa, por ser la empresa de obras de 9 de Julio, nos da los datos de que prácticamente no se pavimentaba, a lo sumo una cuadra por año. Había muy pocos focos de alumbrado público, cloacas solo había en el centro, el agua corriente era limitada, no había gas natural solo se usaban garrafas o cilindros.

En estos 38 años, hay una generación entera que desconoce toda esta realidad.

Todo eso pudo solucionares gracias al Plan Trienal que creamos en 1985, donde funcionarios municipales y de la Cooperativa se determinó el aporte solidario de toda la población para poder comenzar a pavimentar. Conseguimos un crédito de provincia y se fue formando el Fondo Solidario. Todo aquel que recibía obra lo pagaba. Al asfalto le siguieron los desagües cloacales, pluviales y se comenzó a iluminar la ciudad. El alumbrado público solo llegaba hasta la Av. Agustín Álvarez y nosotros lo extendimos desde Av. Mitre hasta Ruta 65.

Por otra parte, el gas natural pudo ponerse en el 85 cuando se construye el Yacimiento de Loma de la lata, un gasoducto hacia Buenos Aires que pasaba cerca de 9 de Julio, a la altura de 12 de octubre. Gracias al Plan Trienal y a los aportes de los gobiernos nacionales y provinciales se hizo el troncal del gasoducto hasta 9 de Julio.

Mientras que, con respecto a las viviendas, solo estaba las obras de Fonavi I y II, pero paralizadas. Tras gestiones con el Ministro de Obras Publicas se incluyeron nuevamente en el presupuesto y se pudieron terminar los dos barrios. Luego continuaron, el Barrio Ricardo Balbín, más conocido como Barrio de Emergencia porque fue construido con el aporte de la Emergencia Hídrica. También se construyeron viviendas en todos los pueblos.

Luego se compraron terrenos en el Barrio Tres Lagunas y se creó la Cooperativa Tres Lagunas porque era que sería adjudicataria de la obra de viviendas.

Luego, durante la diputación de Juan José Cavallari, se consiguió un crédito para la compra de terrenos para construir las viviendas del Barrio Democracia, al que siguieron el Barrio Municipal Barrio Parque Julio de Vedia.

Creo que durante mi gobierno bajamos bastante el déficit habitacional.

I: Uno de las figuras más emblemáticas de esta historia fue ´El Padre de la Democracia´, Raúl Alfonsín. ¿Cómo era?

Ape: Alfonsín estuvo en 9 de Julio. Previo a la campaña y antes de las elecciones. Ahí ya se veía el arrastre que tenía. Nunca vimos un acto tan grande e importe en nuestra ciudad. Ni hablar de la caravana que hubo después. El entusiasmo que había en la comunidad por la vuelta de la democracia, fue algo nunca visto. Alfonsín fue un hombre honesto y tenía una oratoria increíble. Fue un adelantado a la época.

I: Finalmente ¿Qué balance realiza de estos 38 años de democracia?

Ape: El balance siempre es positivo. El hecho de que tenga vigencia la Constitución y las leyes es fundamental. Las Fuerzas Armadas han entendido que su función es solo cuidar las fronteras. No creo que la democracia se interrumpa más.

Si bien hay políticas de gobiernos que nos han llevado a donde estamos, con malestar en la gente, con pobreza, con problemas de corrupción, de falta de seguridad, problemas económicos y en salud, pero la gente sabe que la Constitución le da la posibilidad de decidir, a través de su voto, y cambiar aquello que no le gusta.

En las próximas elecciones del 2023, podrá votar otro sistema de gobierno. Eso es lo que nos da la democracia, la libertad de elegir a quienes nos representan.