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Agro

Saturday 16 de April de 2016

Buscan la alfalfa para descontaminar suelos

Un equipo de científicos, del que participa una argentina, identificó un camino para aumentar en ese cultivo la capacidad de absorción de sustancias tóxicas.

Plantas seleccionadas o desarrolladas por ingeniería genética podrían utilizarse para acumular y transformar sustancias tóxicas, recuperando de esa forma suelos contaminados. Eso, al menos, es lo que procuran científicos de España y de Túnez, y una investigadora argentina graduada de la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza.



“Nuestro objetivo es desarrollar técnicas agronómicas para optimizar las estrategias de limpieza o fitorremediación de suelos contaminados con metales”, afirmó a la Agencia CyTA-Leloir María Laura Flores-Cáceres, investigadora del Laboratorio de Fisiología de Plantas del Departamento de Biología en la Universidad Autónoma de Madrid. El enfoque sería menos costoso y perjudicial para el ambiente que las técnicas fisicoquímicas convencionales.



En un trabajo del cual Flores-Cáceres es la primera autora, los investigadores evaluaron plantas de alfalfa (Medicago sativa) capaces de absorber y tolerar altas cantidades tanto de cobre como de cadmio, un metal que se emplea en la fabricación de baterías, pinturas y revestimientos. Y se concentraron en el rol de un compuesto antioxidante del cultivo, glutatión, que actúa como precursor de ciertos metabolitos (fitoquelatinas) capaces de unirse a metales tóxicos para limitar su toxicidad.



Flores-Cáceres explicó que, dado que esos metabolitos contienen azufre orgánico, se podría aumentar la tolerancia de la alfalfa a los metales mediante la fertilización con sulfato o técnicas de ingeniería genética que mejoren la asimilación de ese nutriente.


“Además, la alfalfa cuenta con ventajas fisiológicas y mejora la fertilidad de los suelos por su aporte de nitrógeno (en simbiosis con bacterias Rhizobium)”, subrayó la investigadora argentina. El próximo paso es encarar ensayos de campo específicos.



El trabajo, realizado bajo la dirección del doctor Luis Hernández, del mismo laboratorio de la UAM, fue publicado en la revista científica “Plant Science”.


Fuente: InfoCampo