Jueves 3 de septiembre de 2015
Por segundo año consecutivo, los amantes del utilitario argentino por excelencia se reencontraron e hicieron escala en nuestra ciudad.
Una vez más la historia sobre ruedas, la leyenda de ese emblema utilitario argentino por excelencia, el Rastrojero Diésel, se paseo en un desfile pintoresco por calles nuevejulienses.
Es que los Fanáticos volvieron a las pistas y el punto de concentración fue esta vez la Plaza General Belgrano donde los curiosos y admiradores de esta legendaria pick up fabricada hasta 1979.
La caravana mágica del característico sonido del motor del gasolero partió con marcha lenta desde los distintos puntos de la provincia.
En un primer tramo el camping que el Automóvil Club Argentino (ACA), que está sobre Ruta 5 y la entrada de El Provincial los unió en un descanso de reencuentro donde intercambiaron anécdotas relacionadas con la misma pasión que los une desde que un grupo decidió hacer un Fans Club, que pregona su historia y vivencias, inclusive, en las redes sociales.
Hace casi un año, Nueve de Julio formó parte del 1° Encuentro de Rastrojeros en el Parque Gral. San Martin de nuestra ciudad. En aquella oportunidad hubo una promesa volver nuevamente y lo hicieron.
La comitiva de vehículos fue recibida por el anfitrión nuevejuliense, Juan Fileccia quien desde toda la vida siente afecto por su rastrojero, legado heredado por su padre. Muchos comenzaron esta amistad por medio de las redes “Fans del Rastrojero”, sus caras eran visibles junto al clásico vehículo. En medio de la tupida arboleda del Parque, entre mates, risas y la unión de las familias bonaerenses.
Juan recuerda que creció arriba de un rastrojero. “Mi papá siempre tuvo uno y despertó en mí esta pasión”.
A la hora de definirlo acota “me gusta la sencillez y la fidelidad que nos da el vehículo. Algunos podrán decir que es lento e incómodo, pero siempre rescatamos lo bueno”.
En aquella oportunidad, visitó la Perla del Oeste “Tito” Gianetta, quien desde hace 45 años tiene la “Casa del Repuesto del Rastrojero” en la ciudad de Villa Ballester.
Los entendidos señalan que cuando se necesita un repuesto, “Tito” siempre está al pie del cañon. “Me llaman, lo inscribimos en la Página de Facebook “Fans del Rastrojero” y automáticamente se incorporan al grupo. Allí podrá leerse desde el “me falta un vidrio, hasta las distintas historias de los vehículos. Muchos me cargan porque en vez de decir “Me Gusta”, siempre digo “Lo tengo”, acota entre risas…..
Asimismo asegura con un dejo de nostalgia que “si bien tengo muchos repuestos que sé que no voy a poder venderlos, debido a que no hay consumo, aunque me pone muy alegre cuando encuentro que están reparando o reciclando un rastrojero porque sé que ese vehículo ‘volverá a la vida y a nacer nuevamente’.
Finalmente cuenta que “cuando me entero que un rastrojero se está armando, al repuesto ‘le pongo un precio histórico’ para que pueda llevárselo y ese auto ande otra vez”.
EL PADRE DE LA CRIATURA
Cuenta la historia que el ingeniero Raúl Gómez, fue “el padre de esta criatura”. Este chaqueño –que había nacido en Roque Sáenz Peña en 1924– fue quien desarrolló el prototipo del Rastrojero. El entonces ministro de Aeronáutica, brigadier Juan Ignacio San Martín fue quien le propuso el desafío y Gómez cumplió de manera satisfactoria con el pedido.
Para ello, trabajó con denuedo en los bancos de ensayo de motores a pistón y reacción de Industrias Mecánicas del Estado (Iame), planta fabril creada en 1952, a la vera de la ruta 20, donde hoy funciona la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea).
El modelo Rastrojero Diésel se lanzó al mercado en agosto de 1954.
Debe su nombre a su propósito de «marchar sobre el rastrojo del campo (residuo de cosecha)». De 1952 a 1954 se utilizaron motores a gasolina provenientes de tractores, y desde 1954 con la producción masiva, se empleó el diésel de cuatro cilindros, de inyección indirecta, con calentamiento de bujías.2
Resultó un utilitario rústico y eficiente para el transporte de hasta una tonelada, apto para el desplazamiento sobre tierra y barro y regular desempeño sobre pavimento. Tuvo asimismo aceptación en las ciudades.
El primer diseño (hasta 1969) constaba de cabina metálica carrozada, con característicos guardabarros separados y abiertos para evitar la acumulación de fango. La caja de carga original era de madera con herrajería metálica. Todo montado sobre bastidor de chapa de acero, y la suspensión delantera con amortiguación tradicional y trasera con elásticos (flejes superpuestos). La tracción: trasera.
Hoy en día siguen habiendo gran número de Rastrojeros en Argentina, e inclusive países vecinos como Uruguay, Chile y Bolivia. Dada su fortaleza y simplicidad de mécanica se lo utiliza mucho para trabajos de campo y zonas rústicas
El utilitario alcanzó su momento de apogeo en 1975, cuando de cada 10 pick up diésel que se vendían en el país, ocho eran rastrojeros. Sin embargo, el 22 de mayo de 1979, por decreto del entonces ministro de Economía de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz, la producción del utilitario y sus autopartes fue suspendida para siempre.
