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Salud

Miércoles 8 de mayo de 2019

Dieta antiinflamatoria para la prevención de enfermedades crónicas

La nutricionista Natalia Di Pietro se refirió a todos los hábitos para una buena salud y habló de los alimentos de consumo diario que podrían contribuir en la prevención de enfermedades cardiovasculares, el cáncer, el Alzheimer o las inflamaciones articulares con dolor.

Natalia Di Pietro, es cordobesa y Licenciada en nutrición. Desde hace tres años forma parte del staff de profesionales de "Consultorios Médicos Externos Vida”– ubicado en Av. Mitre 506, de 9 de Julio.


BUENA VIDA

¿La salud y la alimentación, siempre van de la mano? ¿Somos lo que comemos? ¿Qué son los antioxidantes? ¿La alimentación puede favorecer el desarrollo de la inflamación o ayudar a su control? ¿Cómo se hace una dieta anti-inflamatoria? Esos son algunos de los interrogantes que se develan en esta entrevista de infonueve.com.


“Los alimentos no solo nos nutren, también se comportan como medicamentos y mejoran nuestra salud. Hoy muchas personas llevan un estilo de vida no saludable y uno de los aspectos es que el tipo de nutrición actual es pro inflamatoria y puede favorecer el desarrollo de enfermedades crónicas”, explicó la Lic. Di Pietro


I: ¿Qué es la inflamación?

NDP: La inflamación es un proceso natural necesario para curar infecciones o alguna lastimadura, pero el exceso de esta inflamación (crónica) provoca enfermedades en lugar de curar.


Existe una inflamación visible que se produce, por ejemplo cuando nos golpeamos, la zona duele, se pone roja se hincha y está caliente; estos son los cuatro signos de una inflamación.


Pero existe una inflamación que no da síntomas, no molesta, está latente, se produce en el interior del organismo alterando su estructura y función, sabemos que esta es la base común de la mayoría de las enfermedades crónicas.


I: ¿Existe tratamiento?

NDP: El tratamiento de la inflamación implica prescripción de medicamentos antiinflamatorios para cortar o suprimir los síntomas causados por la misma, pero hay alternativas importantes y muy eficaces con mejores resultados a largo plazo, la modificación de la dieta es una de ellas.


Una dieta anti-inflamatoria es una dieta con un bajo contenido de alimentos pro-inflamatorios, como las grasas trans, por ejemplo, y un alto contenido en alimentos anti-inflamatorios, como las verduras o los ácidos grasos esenciales omega 3, entre otros.


Es importante y beneficiosa para muchas personas porque la inflamación es la raíz común de numerosos procesos patológicos crónicos, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, el Alzheimer o las inflamaciones articulares con dolor y limitación funcional, por poner solo algunos ejemplos.


La alimentación puede favorecer el desarrollo de la inflamación o ayudar a su control.


I: ¿Cómo provocan los alimentos la inflamación o la reducen?

NDP: Hay varios mecanismos a través de los cuales la dieta influye en la inflamación: la oxidación, el índice glucémico y la presencia de componentes específicos en la alimentación que favorecen o reducen la inflamación.


OXIDACIÓN

Los alimentos tienen efectos pro-oxidantes y anti-oxidantes.


I: ¿ Que es la oxidación’?

NDP: La oxidación es una reacción química que se produce con el objetivo de ayudarnos a combatir sustancias tóxicas o a defendernos de una infección, pero que en exceso también puede provocar una inflamación significativa y causar daños internos o favorecer el envejecimiento.


I: ¿Cómo los encontramos en los alimentos?

NDP: Los alimentos de alto índice glucémico, las grasas trans o parcialmente hidrogenadas, y los aceites vegetales quemados o los alimentos tostados son alimentos pro-oxidantes.


Una dieta con escasa presencia de esos alimentos y con una mezcla variada de alimentos ricos en antioxidantes. Esto es una dieta rica en colores, que vienen dados por los pigmentos antioxidantes de los alimentos, como el licopeno del rojo de la sandía, el tomate y la frutilla, los carotenos color naranja de la zanahoria, las naranjas, la calabaza y el zapallo, la luteínadel amarillo del maíz o las manzanas, la clorofila del color verde de las espinacas, la lechuga, el brócoli, el alcaucil y las antocianinas del color morado de las moras, los arándanos y la piel de las berenjenas.


También son antioxidantes los alimentos ricos en selenio, presente en los cereales integrales, el pescado, las legumbres y los frutos secos.


Otro mecanismo por el que la dieta repercute en el nivel de inflamación del organismo es el efecto en los niveles de insulina y glucosa: existe una estrecha correlación entre una carga glucémica elevada y el aumento en las concentraciones de uno de los marcadores de inflamación, la proteína C reactiva (PCR). Un buen ejemplo de esto es la constatación de que las personas con diabetes tipo 2, normalmente tienen una elevación de marcadores de la inflamación en sangre previo al desarrollo de la enfermedad.


El tercer mecanismo es la presencia de componentes específicos en los alimentos que afectan directamente a las reacciones químicas inflamatorias, como los alimentos ricos en precursores de moléculas pro-inflamatorias, como los ácidos grasos omega 6: grasas trans, aceite de maíz, la leche de vaca de producción industrial, la carne y la grasa procedente de animales que son criados en feed lot.


I: ¿Qué alimentos contienen componentes que reducen la inflamación?

NDP: Por ejemplo la curcumina de la cúrcuma suprime la expresión de la inflamación; La miristicina de la nuez moscada inhibe los procesos inflamatorios; los ácidos grasos esenciales omega 3, que poseen un efecto más beneficioso en la regulación de la inflamación.


La mejor fuente de omega 3 es el pescado.


Otras fuentes de omega 3 son las semillas de lino, los frutos secos (en particular, las nueces), las verduras de hoja verde.


I: ¿Cómo se hace una dieta anti-inflamatoria?

NDP: El prototipo es la dieta mediterránea: mayor ingesta de frutas, verduras, legumbres, pescado, carne de ave, granos integrales, semillas, frutos secos y aceite de oliva.


Para hacer una dieta antiinflamatoria deben eliminarse los ácidos grasos parcialmente hidrogenados o grasas trans. También los alimentos de alto índice glucémico (azúcar, gaseosas, jugos industriales, harinas refinadas) compensándolo con un buen aporte de grasa y fibra.


Aumentar la ingesta de aceite de oliva y ácidos grasos omega 3 del pescado las semillas y los frutos secos.


Hacer una ingesta abundante de verduras y frutas, rica en pigmentos cargados de antioxidantes.


La ingesta de fibra, presente en la verdura, los cereales integrales y los frutos secos.


También debe Ingerirse alimentos ricos en magnesio como las verduras de hoja verde, legumbres, granos integrales, frutos secos, semillas y cacao.


Condimentar con cúrcuma con pimienta: la cúrcuma ha mostrado reducir la inflamación (y los síntomas asociados a ella, por ejemplo en artritis y dolor de rodilla, con tanta eficacia como el ibuprofeno). Acompañarla de pimienta favorece su absorción intestinal.


Finalmente cabe destacar que una dieta antiinflamatoria es un cambio positivo que no se utiliza simplemente como terapia durante un corto periodo de tiempo sino como un estilo de vida normal para la persona con efectos positivos en su salud y bienestar a todos los niveles.


(*) Nutricionista, Lic. Natalia Di Pietro, MP 4755.