Un Obispo a todo dar

Las luces externas de las farolas de la Catedral de Nueve de Julio “Santo Domingo de Guzmán” comenzaban a encenderse. Estaba llegando el ocaso de la jornada y la misa a punto de iniciarse, apenas faltaban minutos.

Con su vestimenta acorde para la ocasión, el Obispo Ariel Torrado Mosconi venia cruzando calle Libertad con una gran sonrisa y saludando a cuanto nuevejuliense se cruzaba a su paso. Como un “iluminado” atravesó la Puerta de la Misericordia. Se dirigía a la misa.

Sin perder la sonrisa se detuvo ante el llamado de esta cronista. Saludo amablemente, tal y como lo hace siempre. La entrevista la compartiríamos en la sacristía al concluir el servicio y así fue.

Llegó con la misma humildad con la minutos antes había atravesado la Puerta de la Misericordia. Invito a que nos sentáramos en la oficina de la sacristía, los sacerdotes santiagueños que también habían venido de visita a esta tierra nuevejuliense y el párroco de la Catedral se recreaban en una sana conversación en la oficina lindera.

Tras romper ese hielo, que a veces se da en una entrevista, comenzó a rodarse la punta del ovillo que más tarde se convertiría en una placida charla y que al ser tan rica se prolongó por más de 90 minutos.

Ya finalizado el reportaje con este pastor del rebaño de Francisco, con este religioso hincha de River y que atesora en lo más profundo de su ser esa conjugación de un “venticinqueño aporteñado” y de un “porteño santiagueñizado”, quien justamente hoy, 18 de enero, cumple 55 años, me otorgó no solo un buen material periodístico para compartir con los lectores de INFONUEVE.COM, sino también una gran paz interior y de una enseñanza de vida.

Y como dice el dicho “nadie pasa por nuestro camino sin dejar su huella”. Que la huella de cada palabra emitida en esta nota se expanda en los corazones de quienes la lean. Hace mucho que la humildad de un Obispo no era vista en esta zona.

TEJIENDO LA FE

I: ¿Cómo esperó la noticia de su nombramiento frente a esta Diócesis?

ATM: Con mucha alegría y esperanza. Tengo confianza en Dios para que, a través de su sabiduría, pueda hacerlo. Me gusta mucho repetir una expresión que el Papa Francisco suele decirnos a los Obispos “No te la creas”.

Llevar adelante la tarea de una Diócesis es hermosa y difícil a la vez, y más en los tiempos que estamos viviendo donde hay tantos desafíos para la evangelización. Especialmente para conducir a nuestros chicos, a los jóvenes y a las familias por el camino del bien.

En estos tiempos modernos los desafíos son muy complejos y difíciles, ya sea por el materialismo inmerso o por la búsqueda del placer que se expande de manera desordenada por el terrible flagelo de las adicciones, del alcohol y de las drogas. Lamentablemente, estas nos tocan de cerca en las ciudades de esta Diócesis.

Me duele mucho ver a los jóvenes que están volviendo borrachos y deteriorados de los boliches o de las fiestas privadas. Este es un gran flagelo.

I: ¿El hecho de que nuestro Santo Padre sea argentino contribuyó a que más gente se acerque a la Fe? ¿Hizo un click en nuestro país?

A.T.M: Pienso que la identidad tan particular que tiene el Papa Francisco toco de manera especial al mundo entero y, sin dudas, esto nos toca a los argentinos. Esto me llena de alegría.

En esta Argentina donde hay tantas situaciones dolorosas de corrupción, de un deterioro ético y moral en nuestra patria, sin embargo, tenemos a un argentino que es un paradigma y un punto de referencia para toda la humanidad.

Francisco tuvo gestos maravillosos en su trabajo por la paz cuando convoco en Roma al presidente del Líbano, de Palestina y al de los Judíos para que juntos pudieran hacer una oración por la paz.

Esto además de un orgullo, como argentinos debe verse relejado como un compromiso para con la Iglesia.

I: ¿Su vocación religiosa se pronunció más bien tarde? ¿Por qué eligió estudiar primero agronomía?

ATM: Si, puede ser… aunque mi vocación religiosa siempre estuvo latente.

Mientras estaba en el transcurso de años en la Universidad en Buenos Aires y estudiando agronomía, sentí ese discernimiento religioso que se me pronunció en la infancia con apenas 9 años.

A los 22, ingrese al Seminario de Buenos Aires, complete mis estudios en Villa Devoto y después me ordene como sacerdote.Me desempeñe en esta Arquidiócesis y enlas distintas parroquias.

En el 2008, el Papa Benedicto XVI, me designó Obispo Auxiliar en Santiago del Estero y Bergoglio fue quien me ordeno en ella. Estuve allí hasta mayo de 2015 cuando me designaron a esta Diócesis. Esa fue la voluntad de Dios en la vida y acá estoy cumpliéndola.

I:: ¿Cómo tomo su familia su vocación sacerdotal?

ATM: Mi papá era un hombre de campo y tenía una acopiadora de cereales por la zona. Yo nací en 25 de Mayo y, en un primer momento, mi idea era la de volver al campo. Por eso me había decidido por la agronomía. En su momento, a mis padres les costó asumir mi vocación. Todo padre proyecta sobre sus hijos y piensan en la posibilidad de los nietos. Por suerte mis dos hermanos, uno es escribano y el otro contador, felizmente se los dieron.

Además mi padre pensaba que siendo agrónomo podría ayudarlo en sus tareas. A mi madre también le costó vermepartir al seminario, pero luego entendió mi felicidad de estar con Dios.

Después fui el orgullo de ambos por esta elección. Hasta mi madre que se llama Judith, quien hoy cuenta con 82 años, está enferma y pido por ella, encabeza mi club de fans en las redes. Con su tablet me sigue en todas las actividades pastorales y por el Facebook. Es muy lindo verla.

I: ¿Conoció personalmente a Bergoglio?

ATM: Si y mucho. Fui sacerdote en la Diócesis de Buenos Aires y él era mi Obispo.

I: ¿Cómo era él?

ATM: Es un hombre con una capacidad de gobierno muy fuerte. Me impresionaba como tenía en acto los distintos problemas que se le presentaban en las Iglesias de Buenos Aires y del país.

Un hombre que se ha caracterizado por seguir el evangelio al pie de la letra. Tenía una actitud de muchísima humildad y de carácter fuerte en sus decisiones de gobierno.

Es conocido el haberlo visto a Bergoglio enla calle y como cualquier sacerdote, tomando un subte o un colectivo. Un hombre que en sus actitudes tenía muchísima sencillez. También tiene una capacidad extraordinaria de memoria; podemos conversar algo con él y sin importar los años que pasen se acordara de ello.

Además, esos gestos que uno ve como Papa ya los tenía como Arzobispo. Uno podía visitarlo en la Curia y ser el propio Macri, pero si estaba charlando con el lustrabotas que había conocido en la Plaza de Mayo y que habitualmente iba a verlo, no hacia excepciones. Eso siempre me impresionó mucho.

Esa humildad que hacia como Arzobispo hoy la conserva como Papa.

Hace dos años atrás, me llama por teléfono el secretario de Francisco y me dice “Ariel, me dijo el Santo Padre que te ocupes de una señora que se quedó sin vivienda y que es de tal barrio de la periferia de Santiago del Estero”.Cortamos y llamo al párroco de esa iglesia y él no estaba ni enterado de esa situación, sin embargo el Papa sí. Esas cosas maravillosas son las que aún siguen sorprendiéndome de Francisco.

El Papa es un hombre que tiene esa capacidad para todo lo grande, para el gobierno de la iglesia a nivel mundial, para acentuar la realidad de la enseñanza de Jesús en el tiempo actual, pero que al mismo tiempo es capaz dededicarse al cuidado personal de cada uno. Ni aunque yo lo intentase no me saldría. Esa es una cualidad innata de él.

I:: ¿Francisco humanizo más el evangelio?

ATM: Si, también eso. Proclamo el año de la Misericordia y procura que la iglesia sea de puertas abiertas, que reciba a todos y todos se sientan como en su casa. Esta es una iglesia que sale, que no se queda esperando a que sus fieles vengan y sale al encuentro, especialmente, de los más pobres, de los que sufren y de los más necesitados.

I: Su perfil abierto es muy similar al de Francisco ¿Es algo natural o fue un aprendizaje?

ATM: Aprendí mucho de Bergoglio durante todos los años que me tocó trabajar con él. Los obispos tenemos que llevar adelante lo que el Santo Padre propone. Francisco nos pide gestos que debemos aprender y cada uno desde su Diócesis.

I:¿Sabe por qué eligió el nombre de Francisco?

ATM: Lo hizo por Francisco de Asís. El Cardenal jubilado Hummes, de Brasil, le dijo al Papa: “No te olvides de los pobres”. Por eso, de alguna manera eligió al santo que más ha hecho presente la importancia de la pobreza evangélica, de la humildad y de la austeridad.

Francisco de Asís habla de una renovación de la Iglesia – esto fue en el SXIII – y lo hizo volviendo a la sencillez de los evangelios. Dándole cercanía y amor a los que sufren.

Francisco nos hace hincapié en que el mundo moderno está muy lastimado, las familias están heridas. No debemos olvidarnos de las mamas solas que llevan adelante su hogar y con mucho sacrificio.

Él nos dice que la iglesia debe ser como un “Hospital de Campaña”. Me gusta mucho esa imagen que dio el Papa en una entrevista periodística. En un “Hospital de Campaña” no se mide el colesterol, sino que se curan las heridas. Esa es la misión que hoy tiene la iglesia.

I: ¿Qué le dejo su paso como Obispo de Santiago del Estero?

ATM: Allí aprendí mucho, especialmente de los que menos tienen. Aprendí de la piedad y de la religiosidad de la gente. También aprendí el valor de la fiesta verdadera y que se diferencia de la diversión que es alienante.

En Santiago la fiesta es tomada como un motivo de gozo, de alegría interior, escuchábamos música y cantábamos. El santiagueño sabe, es un hombre religioso, trabajador pero que al mismo tiempo sabe hacer fiesta y celebrar las cosas sencillas de la vida.

A diferencia del resto, el santiagueño se conforma con poco. Siempre me ha llamado la atención como las personas más humildes, después de haberte dedicado su tiempo para dialogar conmigo y al momento de irme sienten que debes llevarte algo. Veía que a pesar de su humildad, de su pobreza se ponían ansiosos porque querían darme algo, aunque sea una par de huevos, un zapallo o una tuna. Esto es lo lindo de compartir. El santiagueño tiene la capacidad de ver la belleza de las cosas, aun cuando el deterioro de sus paredes sea muy profundo. Ojala muchos aprendieran de ellos y de su luz de Fe.

I: Se habla mucho de los cambios en la Iglesia. En Nueve de Julio se desarrollan las Misas de Alabanza por los enfermos y hay un gran pedido por parte de quienes la organizan para hacerlas en Catedral. ¿Sería posible?

ATM: No habría problema. La cuestión es ver el espacio más favorable para que pueda hacerse una celebración más serena. Tendría que hacerse fuera de los horarios más habitualesde las celebraciones en Catedral. Tengo mucho diálogo con el Padre Manolo, que es quien está llevando adelante estas misas por los enfermos. Hoy hablaba del Hospital de Campaña y uno se pregunta porque la misa por los enfermos atrae tanto. Creo que está ligado a eso. Todos estamos necesitados de esa sanación y más que nunca en los tiempos en que vivimos.

Por otra parte, no quisiera perder la misa de Alabanza, que es celebrada en la Capilla de los Dolores que está pegada al hospital “Julio de Vedia”.

Ese es un lugar emblemático ya que hay cerca muchos enfermos y que están muy necesitados de esa salud espiritual.

En caso de hacerse en Catedral, tampoco quisiera perder la misa en esa Capilla, ya que al estar junto al hospital hay muchos que se sostienen en ella.

I: ¿Qué piensa del avance de las tecnologías? ¿Usa las redes?

ATM: Si, la uso. Es una herramienta importante y tenemos que saber usarla. Son como los nuevos pulpitos donde debe predicar la Iglesia. Los jóvenes pasan mucho tiempo ante el mundo virtual y la iglesia debe anunciar el evangelio también allí.

El mundo virtual y las redes sociales son muy buenos en la medida en que no te lleven a aislarte sino a comunicar.

Que tener más de mil amigos en Facebook te lleve a tener muchos amigos de carne y hueso. Que el tener contactos y diálogos lindos a través de las redes sociales, de skype o de las videos llamadas, después te lleve a tener un dialogo lindo en la familia, entre los esposos y de los padres con los hijos. Los problemas de las nuevas tecnologías se presentan cuando nos aislamos, cuando cada uno está frente a una pantalla distinta o cuando en familia en vez de mirarnos a los ojos y dialogar uno está mirando el celular, otro la tele y el otro en la compu y ahí es cuando estamos cerca de los que están lejos, pero nos alejamos de los que están cerca. Esos son los únicos peligros que se nos presentan. El mundo virtual y tecnológico no tendrá vuelta atrás, pero solo bien utilizado nos da sus frutos.

I: Finalmente ¿Qué espera de su obispado en Nueve de Julio y en su tierra?

ATM: Tengo mucha esperanza de ser un muy buen pastor para esta Iglesia de 9 de Julio. Deseo y procuro estar muy cerca de la gente. Me gustaría cada vez más visitar los barrios, sus periferias,las localidades, los parajes, los pueblos y cada rincón inhóspito de las 17 ciudades que integran la Diócesis de Nueve de Julio. Espero seguir la enseñanza que me dio el Papa e ir llevando la palabra de Dios a cada una de ellas.

DE AQUÍ Y DE ALLA

Ariel Edgardo Torrado Mosconi, nació el 18 de enero de 1961 en la ciudad de 25 de Mayo. Fue Obispo Auxiliar de la Diócesis de Santiago del Estero y el 12 de mayo de 2015 el Papa Francisco lo designó Obispo Coadjutor de la Diócesis de Nueve de Julio.

En tanto, el 1ero. de diciembre, quedó oficialmente designado al frente de la misma al reemplazar formalmente al Obispo Monseñor Martin de Elizalde quien presentó su renuncia por haber alcanzado los 75 años.

Cursó sus estudios primarios en el colegio Niño Jesús, de Saladillo, provincia de Buenos Aires, y sus estudios secundarios en un colegio alemán de la ciudad de Buenos Aires.

Comenzó a cursar la carrera universitaria de Agronomía, pero cambió su rumbo para ingresar el 17 de marzo de 1983 en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires, ubicado en el barrio de Villa Devoto (ciudad de Buenos Aires).

Como seminarista, cursó los estudios teológicos en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina “Santa María de los Buenos Aires”, donde logró el título académico de bachiller en Teología (carrera de grado de 6 años) y profesor en Teología (carrera de grado de 4 años). Por alcanzar el mayor promedio de la promoción recibió la Medalla de Oro por la Facultad de Teología en 1989.

Luego inició la licenciatura canónica en Teología moral, bajo la dirección de monseñor Antonio Marino, actualmente obispo de la diócesis de Mar del Plata. De nuevo se destacó, mereciendo la calificación de sobresaliente.