Miércoles 24 de enero de 2018
Peligra su camino a la presidencia. Las condenas en su contra lo consideran culpable de corrupción y lavado de dinero.
Brasil está en vilo, lo que tanto temían los seguidores del ex presidente Lula y lo que tanto esperaban sus detractores se hizo realidad. El ex presidente, el hombre más importante de la política brasileña de los últimos años, quien es en la actualidad cuenta con las mayores posibilidades de llegar nuevamente a la presidencia en las elecciones de octubre según las encuetas, sufrió un duro golpe a su carrera presidencial. Un tribunal en segunda instancia no solo ratificó sino que además amplio las condenas en su contra por considerarlo culpable de corrupción y lavado de dinero. El tribunal ya ratificó la sentencia de primera instancia que fue condenatoria en el mes de julio pasado por el juez Sergio Moro. Al ser condenado por un segundo tribunal, de acuerdo a la ley brasileña, queda inhabilitado para presentarse a las elecciones y podría ir preso una vez agotadas todas las instancias legales. Pero Lula dejo en claro que sólo la muerte lo apartará de las calles y su lucha política. De acá en adelante Lula tiene la posibilidad de recurrir a instancias superiores y es ese escenario lo que no le cierra de forma definitiva el camino. Estos son algunos de los pasos que podría dar su defesa en lo legal. Mientras el país no logra salir de la crisis económica y política en la que esta hundido, la incertidumbre en el proceso electoral hace aún complejo el futuro de Brasil.
Escenarios:
¿Qué pasa si la condena es ratificada por unanimidad?
La defensa tiene dos días para presentar un recurso solicitando precisiones o aclarar dudas.
– ¿Qué pasa si la condena es ratificada por 2 votos contra 1?
La defensa tiene diez días para solicitar que el voto favorable a Lula prevalezca sobre los otros dos. El análisis recaería entonces en seis magistrados, incluyendo los tres que tomaron la decisión previa.
No hay plazo establecido para concluir el proceso en ninguno de estos dos últimos casos, pero una decisión unánime exigiría menos tiempo para finiquitar, en tanto que una decisión por mayoría ampliaría la espera que se estima podría ser de hasta dos meses.
– ¿Cuáles son las opciones para Lula si pierde definitivamente después de los recursos de segunda instancia?
Ante el STJ: la defensa tiene 15 días para presentar un recurso especial en el que pida discutir el mérito de la acción o su nulidad. No puede discutir hechos nuevamente.
Ante el STF: la defensa tendría también 15 días para cuestionar la condena o pedir la nulidad del proceso con un recurso extraordinario. La aceptación del pedido de nulidad obligaría a realizar un nuevo juicio de primera instancia.
No hay plazo establecido para la decisión en torno a estos recursos.
La decisión del STF es definitiva.
– ¿Cuándo podría decretarse la prisión de Lula?
La prisión podría decretarse cuando se agoten todos los recursos de segunda instancia.
“Algunos tribunales no decretaron y otros sí. Los que decretaron [la prisión] siguieron con otros recursos ante instancias superiores que decidieron en algunos casos liberar [al preso]. No es algo automático, se determina caso por caso”, explica el abogado y profesor de la Fundación Getulio Vargas (FGV) Thiago Bottino.
En caso de enfrentar la prisión, Lula podría solicitar un habeas corpus ante el Supremo Tribunal de Justicia (STJ) y recurrir ante el Supremo Tribunal Federal (STF).
– ¿Lula puede ser candidato a la Presidencia de Brasil si la condena es ratificada en segunda instancia?
De acuerdo con el marco jurídico brasileño, si el exmandatario es condenado en segunda instancia quedaría inhabilitado electoralmente (ley de ‘Ficha Limpia’). Pero podría entrar en la carrera por las presidenciales de octubre gracias a una eventual medida cautelar del Tribunal Supremo Electoral (TSE). El plazo para la inscripción de candidaturas comienza el 20 de julio y termina el 15 de agosto.
Si la candidatura es impugnada, el Partido de los Trabajadores (PT) puede reemplazar a Lula hasta el 17 de septiembre, veinte días antes de la elección de la primera vuelta del 7 de octubre.
En Brasil, después de la elección y antes de la toma de posesión el 1º de enero hay un paso intermedio, que es la entrega del diploma que reconoce al candidato electo, a mediados de diciembre. A partir de ese momento, el presidente comienza a beneficiarse del fuero privilegiado.
Si Lula resultase electo, después de empezar a gozar del fuero privilegiado el proceso debería suspenderse hasta el fin de su mandato, porque en Brasil un presidente no puede responder por crímenes cometidos fuera del periodo de ejercicio.
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