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Cultura

Monday 20 de November de 2017

Usan sus prácticas para ayudar a escuelas

Diario La Nación destacó la labor de los estudiantes secundario de la EETNº 2 de 9 de Julio, quienes se comprometieron a reparar y mantener seis colegios.

Por Javier Drovetto/ La Nación/ Enviado a French, 9 de Julio. Martina Etchepare manipula una amoladora con temeridad. Corta el cordón de una soldadura que hasta hace unos meses sirvió para fijar las patas de un pupitre de la escuela primaria N° 12 de French. Está en el patio, con la cabeza aprisionada por orejeras y antiparras. A cuatro baldosas, entre un volcán de chispas pero protegido por una máscara, Lucas Martínez suelda la base de un silla. Del otro lado de un ventanal, los alumnos de segundo grado miran de reojo las explosiones que produce la soldadora y saben muy bien quiénes están ocultos detrás de las máscaras y qué vinieron a hacer. Dicen que son los chicos de la escuela técnica N° 2 de 9 de Julio y cuentan que llegaron para arreglar "todo lo que estaba roto".


Etchepare y Martínez tienen 18 años. Igual o un año menos que sus ocho compañeros de séptimo año que integran un proyecto inédito a nivel provincial: con la supervisión de profesores de electricidad, soldadura, herrería y carpintería, acordaron hacerse cargo del mantenimiento de 11 escuelas de pueblos rurales del partido bonaerense de 9 de Julio, ubicado 270 kilómetros al noroeste de la Capital. Lo pactaron en un convenio con el Consejo Escolar. Y se comprometieron a destinar las 216 horas anuales, a razón de seis semanales, que los alumnos del último año de las escuelas técnicas bonaerenses deben dedicar a las prácticas profesionales.


Patricios, Morea, Dudignac, Norumbega, 12 de Octubre y French son las seis localidades a las que asisten. Lo que estaba roto en la primaria de French, que funciona en un edificio que cumplió 118 años, no era poco. Ocho pupitres, 25 sillas, dos bancos de madera del comedor, cinco lámparas de tubo, una cerradura, cinco cortinas y una luz que estaba en cortocircuito. "Lo que nos entusiasma es la idea es ayudar", dice Etchepare después de seis horas de trabajo en la escuela, a 10 kilómetros de 9 de Julio, a donde llegaron en un colectivo escolar y con el aula taller que armaron en un tráiler y en la que trasladan las herramientas de trabajo.