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Cultura

Domingo 5 de noviembre de 2017

Hernán Carbonel y la literatura policial

El autor de “El caso Arroyo Dulce” pasó por nuestra ciudad brindando una apasionante charla. La historia y todas las facetas de este escritor de amplia narrativa.

Hernán Carbonel nació en Salto, provincia de Buenos Aires, en 1973. “Me fui a estudiar periodismo a La Plata, por ese entonces la Escuela Superior funcionaba en el viejo edificio de calle 44. Luego me traslade a la CABA hasta que la crisis del 2001 me devolvió al pueblo”, inicia el dialogo este escritor saltense con infonueve.com mientras el recinto de la Biblioteca Popular “José Ingenieros de Nueve de Julio iba llenándose de curiosos lectores de la narrativa negra.


Desde hace una década Carbonel es bibliotecario de oficio. También escribe para una revista y un suplemento literario haciendo reseñas de libros.


Además produce y conduce programas de radio “esto lo hago prácticamente desde la adolescencia. La radio es una pasión”, subraya con orgullo.


Su pasión por la lectura comenzó a corta edad y paso por un abanico importante de escritores. Hasta que un día resolvió escribir sus propias historias.


I: ¿Qué lo apasionaba del periodismo?

HC: A los 17 años empecé a trabajar en radio y me encantó. Ya me gustaba la literatura y no creía que la carrera de letras me daría lo que yo quería. Busque algo intermedio porque estaba difícil trabajar de la literatura. Sin embargo, y a pesar de muchos golpes, siento que lo logre: Leyendo libros, siendo bibliotecario y entrevistando escritores en la radio.

De seguro estudie periodismo en otra época. Hoy el periodismo está retrocediendo frente a una nueva realidad y a las nuevas tecnologías. El periodismo que elegí era el de salir a la calle, el de la máquina de escribir, cosa que ya no se hace. Esto en contraposición al periodismo actual que es el periodismo por twitter.


I: ¿Por qué se volcó hacia el género policial?

HC: El policial es una pasión. Me encanta el género, como así también leer escritores jóvenes. A los 17 años leí “Triste y solitario final” de Osvaldo Soriano y me partió la cabeza. Me pareció espectacular y a partir de ahí me metí con todos los que pude.

También me gusta la literatura ligada a la música, especialmente a la cultura rock y leo mucha literatura infantil.


I: ¿Qué obras escribió?

HC: La obra “El caso Arroyo Dulce”, que es una investigación periodística, trata de un robo a dos bancos en un pueblito muy chico de la zona donde vivo. En la obra participa una presunta célula montonera. Mi libro tiene, en su concepción narrativa, mucho el estilo policial. Frases cortas muy típicas de la literatura policial negra Norteamérica.

Después escribí dos libros para chicos de entre los 8 y 12 años “Antiguos dueños de la tierra”. Son tres novelas cortas con otros autores amigos. Y el otro un tomo cuentos de terror y suspenso ambientados en zonas rurales que se llama “El chico que no crecía”.


I: ¿Qué autores lo apasionan y por qué?

HC: Me gustan muchos y con cosas completamente contradictorias. Soy fanático de Ernest Hemingway, como así también de Jorge Luis Borges, tengo su colección y la releo por enésima vez un cuento subrayado con tres colores distintos, aunque lo habré leído unas 120 veces. También me gusta Ricardo Piglia, Osvaldo Soriano y Julio Cortázar, entre otros. Todos muy disimiles en cuanto al concepto de literatura.

Que destaca de la carcha de literatura policial Estara dividida en cinco módulos. La literatura policial antes de que surgiera. La trama que le aporta Rodolfo Walsh, este decía que los primeros rastros de literatura policial estaban en la Biblia. Luego el surgimiento con Edgard Allan Pou y el enigma ingles con Arthur Conan Doyle. Pasando por el policial negro norteamericano. Finalmente como se fue reinventando el policial todo el tiempo y mixturándose con distintas cosas para no agotarse.


I: ¿Cómo vive el periodismo el tratamiento de la parte policial?

HC: Tuvo su lado amarillista y nefasto, siempre. Es un lugar donde es muy fácil sobredimensionar los hechos. Los viejos periodistas salían a la calle con su traje y sombrero fumandohablar con el comisario. Hoy el tratamiento es de un canal instantáneo y viéndose en vivo hasta cuando alguien se cae desde un edificio, por ejemplo.

También no hay que dejar de lado que cuando los hechos están atravesados por lo político y el poder hacen de la información una utilización nefasta para engañar a los lectores, oyentes y televidentes. No escapa a esa generalidad.


I: Finalmente ¿por qué cree que la gente consume tanto el género policial?

HC: Por lo atrapante. Queres leerlo de una sentada. Lo empezas y deseas terminarlo de leer al instante. No importa a la hora que te acostes, queres saber quién es el asesino y eso pasa porque los autores saben manejar muy bien la tensión. Ese es una de las grandes dotes del caudal policial.