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Cultura

Wednesday 14 de June de 2017

"El Pela" en cuarteles de invierno

Martin Dufou, el cantante de Brancaleone, se prepara con todo para esta temporada. El trabajo de la banda en los singles, su paso en el recital en el Borda y las movidas solidarias son parte de una realidad que no deja de estar presente. Las emociones hechas canciones en una banda que lleva 17 años.

BRANCA SE ADAPTA A CUALQUIER ESCENARIO

Brancaleone sigue firme con su música repleta de sensaciones urbanas y aires camperos. Hace unos días tocó en elBorda su versión demoledora de “Balada para un loco”.


Con 5 discos en su haber: “Imposible”, “Convida”, “Todos los cueros la misma canción”, “Insoportable” y “La pena no Vale La Vida”, la banda que lidera Martin Dufou apuesta a los singles.


Cimarron, su último material simple fue presentado en vivo hace unas semanas ante un The Roxy lleno.


Con 17 años haciendo buena música, la banda compuesta por Alejo Urbani (bajo, contrabajo y coros), Eduardo Bonanni (teclados), Gonzalo Gutiérrez (armónica), José Giorgi (batería y coros), Juan Argain (guitarras y coros), Marcelo Henin (guitarra) y Martín Dufou (voz y charango) sigue componiendo para su próximo material.


I: Estuvieron realizando varios recitales a modo solidario y en distintos puntos ¿Qué los moviliza como banda a sumarse a estas movidas?

MD: Afortunadamente Branca siempre tuvo la visión de desplazarse de un lugar a otro, sin importar la condición, sino más bien con alegría y efectividad. Tener cierta pericia para transmitir, nos lleva a que podamos llevarlo donde sea necesario. Funciona por ahí. Además la banda habla de ello.

Fuimos a tocar a beneficio de un comedor en Merlo, también lo hicimos en La Plata. La gente te transmite que esta yendo porque se compromete con otras realidades y que hace un esfuerzo para llegar al lugar. Son situaciones incomparables y como esas, hay muchas.

Además este año también tocamos en el Borda.


I: ¿Cómo fue esa experiencia?

MD: En lo personal fue uno de los mejores recitales del año, lejos. Más allá de que venimos de tocar muy buenas fechas.

Nos llamaron del Centro Cultural y nos invitaron a una varieté que hacen los internos. Branca era el “factor externo”, por llamarnos de alguna manera.

Estuvo increíble. Vino “Lulu” Ferrer. La invitamos porque tocábamos “Balada para un loco”. El lugar tenía una energía muy particular para tocar esa canción. Hasta estamos pensando grabar un disco en vivo en el Borda.


I: ¿Cómo fue estuvo la presentación de Cimarrón en The Roxy?

MD: El 20 de mayo, en un Roxy completo, fue la presentación. Esto fue muy importante para ver como esta parada la banda. Branca invito a músicos para compartir el escenario. Tocaron de Las Pastillas del Abuelo, de Salta La Banca y también Diego Guerriere (9 de Julio), entre otros. Compartir con amigos y de bandas gigantes, es hermoso.

De un Roxy lleno, fuimos a tocar a beneficio a Merlo. Eso nos pone con los pies sobre la tierra. Ver a mis compañeros de Branca comprometidos y con frío en un patio para tocar en un galpón, me llena de orgullo. Por suerte vivir y compartir esas situaciones me pone feliz de hacerlo. Mas 17 años después.


I: ¿Qué es lo que se viene para la banda?

MD: Empezamos a laburar en simples y la idea es seguir tocando en ese formato. Por cuestión de tiempo no conviene grabar un disco. También me iré de gira acústica. El jueves 15, arrancaré en capital. El 24 de junio tocaré en 9 de Julio con una movida que está armando la municipalidad, denominado “Mestizaje musical 260”. Allí tocará Aquiem, Néctar y también compartiré escenario con mi amigo Juan Bautista de Miguel, el vasco.

Mientras que el 16 de Julio, haré fecha solo en acústica. Con Branca estamos armando, componiendo. Estaremos más en “cuarteles de invierno”, por decirlo de alguna manera.


I: ¿Qué reflejan los singles?

MD: Al ser inmediato, te permite que en 15 días la canción ya este grabada. Podes generar una pieza que tiene gran valor contemporáneo y que hable de una situación en particular. Si entras a grabar un disco con esa idea, te pasa los tiempos te lleven un año. Me paso con un tema en “La pena no vale la vida “. Con una letra que compuse ni bien me había separado, que era muy triste porque hablaba de una despedida. Cuando me toco grabarla, no podía pasar de la segunda estrofa e inmediatamente cortaba porque me emocionaba. Estuvimos horas para grabar la línea de voz. Estaba re fuera de tiempo con lo que había escrito y hasta sentía pena por mí. Si uno escribe algo que lo conmueve, probablemente te sucedan esas cosas.

Las letras de Branca tienen que ver más con eso, con cosas que nos pasan a nosotros. Como así también se dan en otras bandas que hay canciones que son temporadas y modas. No me gusta generar esa música, sino aquellas que me emocionan escucharlas diez años después.


I: Eso de la moda y de la música… ¿Pasa con Despacito? ¿Qué pego en ese tema?

MD: Así es. Son canciones de laboratorio. Son con un ritmo que el cuerpo pide movimiento de baile, que llevan sincronía con el latido del corazón. Incluso lleva acordes similares a un tema de Branca que se llama “Corazón”. Por eso, hasta grabe un video para reírme. Son canciones seudo-latinas, con letras que prácticamente no dicen nada y que tienen todo lo que necesitamos para pasarla bien en una fiesta. Siempre hay canciones así y esta es una más.


I: ¿En qué canción estas trabajando?

MD: Por ahora… y para darle una denominación se llamaría… “Mientras”, aún no sabemos cómo se llamará.

Esta habla de lo que me pasa con mis compañeros de la banda. Es un agradecimiento a ellos y por todo lo que me regalan con su generosidad como músicos, compañeros y amigos.

En Branca somos muy familia. Vivo a kilómetros del ensayo, cuando no puedo ir, no voy y ellos, mis compañeros, están siempre sosteniéndola. También tenemos la libertad de tocar solos. Somos familia de verdad.


I: ¿Que te emociona como músico?

MD: Los seres humanos y todo lo que ello significa. Si me emociona una canción es porque está hecha por alguien. Lo mismo si leo algo, está escrito por alguien. Me emociona todo lo que hace la humanidad, incluso los cementerios.

También me emocionan mi hijo León, mi familia, mis amigos y mis afectos. Diría…Toda la humanidad.


I: ¿Cómo es eso de los cementerios?

MD: Es la única construcción humana que le da escalofríos a la muerte. Cuando perdes a alguien importante le haces un pequeño monumento. Lo tenes para no olvidarlo.

La humanidad lo hace desde los tiempos memorables. Cuanta gente hay que uno no quiere olvidar o que no debe ser olvidada y a pesar de no estar más físicamente. Eso es lo que significa un cementerio y lo que la humanidad demuestra con él.


I: Finalmente…Es imposible hablar de Martin Dufou y no referirse al deporte ¿Qué papel juega en tu vida?

MD: Desde los veinte y pico que el deporte paso a ser una parte importante en mi vida. Más cuando empecé a darme cuenta que me serviría para tocar y hacer las cosas que me gusta arriba del escenario. El deporte forma parte de mi combo.

También en el tuve la fortuna de descubrir el boxeo. Empecé a practicarlo porque me daba miedo pelear. Nunca fui el tipo alto que soy ahora… (risas)…

En un momento dije: “Si algo me da miedo, tengo que enfrentarlo”. Por eso, en La Casa del Boxeo me calce los guantes. Y al año estaba peleando.

Me gustó tanto que empecé a estudiar en la Federación de Box y ya llevo en este deporte casi la misma cantidad que con Brancaleone.

Cuando me vine a 9 de Julio, mi movimiento natural fue acercarme al gimnasio de Néstor Ferrario. Ahí desarrollamos un taller de boxeo para niños, que arrancará devuelta en julio.

Paralelo a ello, con Guillermo “Grillo” Rodríguez estamos armando un taller de fin de semana – seguramente se hará sábado y domingo – y que estará orientado a prevención de la violencia de genero. Será para mujeres y como una herramienta de defensa personal.

Lo bueno del boxeo es que me permitió aprender mucho y no solo como deporte. En él se mezclan muchas capas sociales y te encontras con mucha gente que no tuvo la “fortuna” que tuviste vos, de haber tenido formación y demás.

También esas carencias, les dan una visión mucho más ricas a la hora de compartir y darle al otro. Esas vivencias tan ricas humanamente, solo te pasarán en un gimnasio de box. Eso es lo que te hace crecer como persona y esa es la batalla mejor ganada.


Credito: Foto de Box Ramiro Martinez. Bokem