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Policiales

Thursday 11 de May de 2017

Cambios en la cúpula policial

El nuevo jefe de la Bonaerense, comisario mayor Fabián Rubén Perrone, estuvo en Luján de interventor hasta, el el 17 de diciembre de 2015 al mando de la Policía de este distrito.

Segundo del renunciado Pablo Bressi, el comisario mayor Fabián Rubén Perrone estuvo hasta el 17 de diciembre de 2015 al mando de la Policía de este distrito, donde llegó como interventor el 14 de agosto de ese mismo año, tras la noche agitada que se vivió en Luján ante el reclamo de justicia y seguridad por el asesinato del joven kiosquero Agustín Cantelo.


Perrone fue convocado por el entonces comisario general Hugo Maztkin para poner en orden una fuerza que estaba prácticamente fuera de control. Llegó con el cargo de interventor de la Departamental Luján-General Rodríguez.


La intervención, una medida sin precedente en esta ciudad y con escasos antecedentes en la provincia, abarcó además a la Policía Distrital, Comando de Patrullas y Comisaría Luján Primera. Cirugía mayor sin anestesia. Sólo se salvaron la Policía Rural y la DDI Luján, que habían detenido a los autores del crimen que mayor conmoción causó en la comunidad en los últimos años.


El comisario mayor Fabián Perrone vino con instrucciones claras: se erigió en la autoridad máxima que todos los uniformados debían acatar y respetar e impartió la orden de empezar a trabajar en equipo. Toda la fuerza cerró filas. Puertas adentro la situación empezó a encarrilarse.


A poco de llegar, trajo a dos de sus hombres de mayor confianza: los comisarios Alejandro Rey y Javier Fredes a los que asignó el mando de la Policía Distrital y la Comisaría Luján Primera respectivamente. Rey y Fredes acompañaron a Perrone ni bien se lo convocó para integrar el alto mando de la Bonaerense cuando se produjo el cambio de gobierno.


Aficionado a la cuchillería artesanal, Perrone se enteró que su nuevo destino como policía mientras realizaba un curso para mejorar su hobby en Santo Tomé, Provincia de Santa Fe. No puso reparos y al día siguiente estaba en esta ciudad reordenando la tropa.


Con el correr de las semanas, encontró varias irregularidades. Una que dio a conocer fue el hallazgo de denuncias que nunca habían salido de la Comisaría. Hechos que fueron denunciados pero que no llegaron a la Justicia.


Afincado en La Plata, desarrolló buen parte de su carrera en las Departamentales de la zona sur del Conurbano. Una de sus frases más recordada fue: “Si el vecino está enojado, tiene razón. El vecino quiere vivir en paz. Yo veo el barrio a través de los ojos de vecino. Como policía puedo saber un montón de cosas pero quien más sabe es el vecino de la cuadra. Si cortás el diálogo con el vecino, quedás ciego y no ves más lo que está pasando”.


Fuente: Gustavo Charino /El civismo.