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Politica

Thursday 30 de July de 2015

“No me metí en política para vivir de ella”

Entrevista al precandidato por Compromiso Federal, Dr. Marcelo Carta.

Como si fuese uno de esos personajes sacados de aquellos cuentos que leía cuando era niño y que lo llevaron a entrenarse en una lectura veloz, el entrevistado y precandidato a intendente más verborragico, se dispone a mostrar su lado más humano. Entrenado como para el debate, ya que lleva en su sapiencia la colección entera de Dostoievski “que supe leer de vacaciones”, argumenta.

Se define como un odontólogo bastante eclíptico ya que explica que “tanto mi infancia como la de mi hermano Héctor, siempre estuvo forjada por un estilo hacia lo cultural, lo romántico, al idealismo y por más que tengamos personalidades distintas compartimos el mismo tronco filosófico”.

Lleva 31 años en esta profesión que dejo con la boca abierta a más de uno. Profesión que lo ve triunfar no solo a nivel nacional, sino también internacionalmente. Llego a la política ‘con aires de cambio’ y apostando a que dejara un semillero de nuevos hombres y mujeres formados y comprometidos con el pueblo.

Que hay detrás de Marcelo Carta, del profesional, del mito, del apodado “odontólogo de Bianchi”, el Técnico de Boca, quien además supo sacarle su mejor sonrisa a más de un famoso.

En estas PASO, el precandidato de Compromiso Ciudadano apostara más que su participación política y de la mano del puntano Rodríguez Saa, ya que de no ganar está pensando volverse a Buenos Aires, no con la frente marchita, sino resguardando la continuidad de la unión familiar y asegura “para continuar con la política solidaria implementada desde mi remota edad”.

Café de por medio, un Carta que dialoga a conciencia para Infonueve.


I: ¿Cómo es ser un idealista en estos tiempos modernos?

M.C: Ese idealismo me ha traído cosas virtuosas y no tantas, ya que siempre tuve una gran búsqueda hacia la verdad y que me llevaron a marcadas discusiones con mis profesores.

Aunque el idealismo no es de ahora, gran parte de mi vida he tenido un fuerte compromiso solidario que me ayudo a crecer como persona. También valoro mucho la amistad a tal punto que conservo mi grupo de amigos desde los 5 años.

Nunca encare la profesión desde lo comercial, sino que mi papa nos enseñó que antes de lo económico primaba lo cultural y el perfeccionamiento en el estudio por eso quiso que sigamos estudiando en el exterior.

En Argentina es difícil ser idealista porque serlo, va golpeándote día a día.

Pese a que tengo 31 años en esta profesión, en Argentina pareciera que se castiga al que va por derecha, al que tiene todo en blanco o en regla.De ninguna manera Argentina premia la ‘meritocracia’, sino que beneficia al que se maneja con viveza. No me forme de esa manera y me cuesta entenderla.


I: ¿Cómo traslado ese idealismo a su trabajo?

M.C. Lo imagine de una manera más divertida y le di un toque especial para que mis pacientes o clientes lo pasen bien. Desde pibe me sentaba en la sala de espera y pensaba que le gustaría a un paciente si estuviese por verme. Por eso ni bien recibido a cada mujer que venía a mi consultorio le regalaba una rosa y al varón un chocolate. Incluso hasta el día de hoy,mi consultorio tiene cosas particulares como un bar e incluso en la pantalla gigante, donde nos juntamos a mirar películas y debatir. Trato de brindarles un trato más humano a todos, para mí no un número por más que sean clientes.


I: Acaba de romper con el mito… Es el primer profesional de la salud que admite que sus pacientes son clientes...

M.C: Si, puede ser. Para mi está bien, hay muchos pruritos en ello como hay colegas que les molesta que lo llamen dentistas y quieren que lo llames odontólogos. Al margen de ello, que no deja de ser mi actividad comercial, jamás he perdido la esencia de que trabajo con personas y de los que trato de aprender. De eso se trata la cultura, de aprender unos a otros y de no sentirnos superiores a nadie.


I:: ¿Que leía de chico?

M.C: Mucho y de todo, más de filosofía y literatura. Mi viejo era un gran lector. De chico leía colecciones enteras y de lo que cayese en mis manos como las obras de Julio Verne. Con mi papa íbamos a la librería que está en calle Corrientes, donde hay muchos libros usados, y me mostro ese gustito por la lectura y nunca olvide ese aroma que tienen los libros. Actualmente voy y siento lo mismo al mostrárselo a mis hijos. La cultura siempre se transmite. Mi media es leer hasta un libro y medio por día.


I: ¿Por qué decidio presentarse como precandidato a intendente?

M.C. Durante mucho tiempo hice política solidaria. Mi trabajo y mi vida profesional me llevaron a conocer a muchos políticos y embajadores de quienes aprendí y pude hacer planes solidarios junto a mis hijos. De esta manera, no solo ellos aprendían a ser mejores personas, sino también a ver como es la realidad social de su país. Creo que enseñarles esto es ayudarlos a crecer y a pensar en los que menos tienen. Así ayudamos a muchas instituciones, colabore con Caritas e incluso en la “Villa 1114” junto al Club San Lorenzo. Armamos escuelas, los incursionamos en las radios, tratamos de que formen ese sentido de pertenencia. Hasta en esta cruzada se unieron católicos y evangelistas. Tuvimos en la misma causa el rabino Berjmann y también el padre Farinello.

Más allá de eso, lo que me llevo a decidirme y a meterme en la política nuevejuliense fue el pensar que esto no puede seguir más así. No es bueno para mis hijos ni para el resto.

Creo que no solo fueron las maldades personales que me incitaron a comprometerme como ciudadano, sino también que siento que Nueve de Julio se merece un cambio, pero en serio.

Mi percepción de esta ciudad es que ha ido perdiendo valores y quiero reconquistarlos. No solo los culturales, sino también los espirituales y éticos. Ese sería mi gran desafío en lo personal y como intendente.

No estoy viendo la seguridad que quiero para mis hijos y eso me preocupa. Estas elecciones son un punto de inflexión para todos los que vivimos en Nueve de Julio e incluso en lo personal está la charla de que si no gano me ire nuevamente a Buenos Aires.


I: ¿Por qué hará eso?

M.C: No solo porque me preocupa realmente el tema de la inseguridad con que se vive, sino también porque quiero hijos universitarios y la oficial solo ofrece oficios. No piensa en que pueden lograrse buenos cambios complementándola con universidad a distancia o brindándoles mejores carreras para que no pierdan ese arraigo con su lugar, el llamado destete de la familia. Mi eje central será el de restituir a la familia.


I: ¿Por qué eligió ser el precandidato de Rodríguez Saa?

M.C: Porque en su provincia logro reconstituir el sentido social, darle sentido de pertenencia y brindarle techos para todos. Es importante que todos tengan vivienda, que coman en familia y puedan hablar todos juntos en la mesa. La gente necesita reconstruir su dignidad del trabajo, sentirse útil y confiar en su valor como persona. Hay que cuidar e incluir a la familia en el tejido social y como tal.


I: ¿Qué hará en caso de ser intendente?

M.C: Formar a mis funcionarios y permitirles que se perfeccionen. Creo que eso en eso nos diferenciamos. Hay que dejar crecer al que nos acompaña. Por lo general la vieja política o la actual tiende a ser verticalista y yo creo en la horizontalidad. Más allá de que siempre hay una cabeza que conduce hace mucho mal que todo el poder se centre en uno solo. Nunca un candidato sabrá de todos los temas, ni tampoco sus funcionarios. El que es seguro de sí mismo, no tiene miedo a la sombra de alguien más capaz que uno. No todo está perdido en política. Además tengo un acuerdo con la provincia de San Luis para que, en caso de ganar, todos mis funcionarios vayan con todo pago a perfeccionarse en su área.


I:. ¿Qué busco en el perfil de su lista?

Gente con honestidad y ganas de trabajar. También soy consciente de que cuando deje mi mandato seguirán ellos. No es bueno que un político se estanque en un cargo. Eso no hace bien ni a la ciudad ni al pueblo Argentino.


I: ¿Cómo nace eso derecaudar fondos por medio de un coctel para su Campaña?

M.C: Porque en el fondo somos los llamados “poligrillos” de la política local. No tenemos plata, pero tampoco queremos endeudarnos ni pagar el precio social que perjudique a la gente. Sería como el Pacto entre Fausto y el diablo y no quiero ser uno más. El dinero de los restantes precandidatos viene de arriba, pero lo que la gente debe darse cuenta que este proviene de nuestro bolsillo.


I: Finalmente ¿Qué mensaje le dejaría al electorado?

M.C. Decirles que somos una lista pluralista, que pensamos trabajar de manera honesta por el bien común y que no me metí en política para vivir de ella, sino para dejarles una mejor ciudad a mis hijos y a la de todos. Nos asesoran hombres y mujeres de primera línea y con espiritualidad. Queremos que Nueve de Julio vuelva a unir a la familia, pero brindándoles trabajo y sentido de pertenencia. Esa es la semilla que deseo sembrar como precandidato y como mi paso por Nueve de Julio.