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Cultura

Miércoles 29 de marzo de 2017

Un ciudadano ilustre en la Ingenieros

Este fin de semana se proyectará en la Biblioteca la película que protagoniza Oscar Martínez. Será durante el sábado 1º, a las 21,30 hs y el domingo 2, a las 20 horas. Un adelanto de este film que "te obliga a ver a la Argentina frente a un espejo" y recuerden que, como dice el dicho, “Nadie es profeta en su tierra”.

Arranca abril y las proyecciones de cine en la Biblioteca José Ingenieros siguen marcando historia.


En esta oportunidad la elegida fue “Ciudadano Ilustre”, la excelente película nacional protagonizada por Oscar Martínez y que te obliga a ver a la Argentina frente a un espejo.


"Nadie es profeta en su tierra" es un popular refrán que sirvió como disparador de la película El ciudadano ilustre, protagonizada por Oscar Martínez, Dady Brieva y Andrea Frigerio. Este filme argentino, dirigido por Gastón Duprat y Mariano Cohn, con guión de Andrés Duprat.


Como puede verse en el tráiler, el escritor Daniel Mantovi es recibido como un héroe por los habitantes del pueblo, pero esa situación cambia y aparecen los conflictos en la historia. "Surgen una serie de sucesos contradictorios, ambiguos y tiernos. La película trata esa comedia incómoda… Persigue ese juego de identificación, de posicionamiento. Te obliga a ver a la Argentina frente a un espejo", explicó el director.


El valor de la entrada es de $80.


SINOPSIS

Daniel Mantovani es un escritor argentino que vive en Europa desde hace más de tres décadas, consagrado mundialmente por haber obtenido el Premio Nobel de Literatura.


Sus novelas se caracterizan por retratar la vida en Salas, un pequeño pueblo de Argentina en el que nació y al que no ha regresado desde que era un joven con aspiraciones de escritor.


Entre la numerosa correspondencia que recibe diariamente le llega una carta de la municipalidad de Salas en la que lo invitan a recibir el máximo reconocimiento del pueblo: la medalla de Ciudadano ilustre.


Sorprendentemente, y a pesar de sus importantes obligaciones y compromisos, Daniel decide aceptar la propuesta y regresar de incógnito por unos pocos días a su pueblo.


El viaje tendrá para Daniel múltiples aristas: será el regreso triunfal al pueblo que lo vio nacer, un viaje al pasado en el que se reencontrará con viejos amigos, amores y paisajes de juventud, pero sobre todo será un viaje al corazón mismo de su literatura, a la fuente de sus creaciones e inspiración.


Una vez allí, el escritor constatará tanto las afinidades que aún lo unen a Salas como las insalvables diferencias que lo transformarán rápidamente en un elemento extraño y perturbador para la vida del pueblo. La calidez pueblerina desaparece al mismo tiempo que las controversias se multiplican, llegando a un punto sin retorno que revela dos formas irreconciliables de ver el mundo.


El ciudadano ilustre pone en escena varios debates vivos en la Argentina y en el mundo. Uno de ellos es el rechazo a la mirada externa y crítica que representa el protagonista, un escritor exiliado hace décadas en Europa, frente a la defensa nacionalista de sus coterráneos.


La vida apacible, la exaltación de lo propio y la mirada campechana son un estilo de vida aceptable en un pueblo de provincia, pero para este escritor cosmopolita suponen la negación de una sociedad a cualquier idea de progreso. A este conflicto se suma una suerte de herida abierta en el orgullo argentino por ser un país con grandes escritores pero sin un Nobel de literatura, tema que la película retoma saldando esa falta con el protagonista, que sí obtiene el galardón que se le negó a Jorge Luis Borges.


Daniel Mantovani encarnará, al mismo tiempo, la gran satisfacción y orgullo que supone para su pueblo natal tener una figura reconocida mundialmente, y el creciente rechazo que se irá desvelando a medida que sus habitantes, inicialmente fascinados con su visita, lo vayan conociendo un poco más.