​Las mamas de hoy, del mañana y de siempre

Una de las mujeres más sabias que piso este suelo y a quien admiro mucho decía “enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo, enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño, enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo, en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado”, Madre Teresa de Calcuta. Creo que esta es una de las mejores expresiones de lo que una Madre significa.

Las mujeres nacimos con uno de los mejores mandatos naturales, traer hijos a este mundo. Ese don que se siente cuando ves crecer tu abdomen mes a mes o simplemente cuando miras a tu hijo a los ojos por primera vez.

También existen las mamas del corazón, aquellas cuyo don es tan genuino como las del párrafo anterior porque su corazón late doble y la espera por serlo, vale creces.

También es cierto que nadie nace sabiendo, sino que la vida es un constante aprendizaje y que en él una madre aprender a darle las mejores herramientas para verlo crecer y volar de su nido, pero ya como una persona realizada.

Ser madre significa que tu vida cambiara para siempre, como así también la dimensión de tu tiempo. Significa tener una razón de ser para el resto de tu vida y querer aprovechar y exprimir cada momento al máximo.

Ser madre implica nunca más estar sola en el pensamiento, pues una madre siempre piensa doble: por sus hijos y por ella. Una madre se siente tremendamente afortunada porque sabe que sus hijos son el mayor tesoro que podría alcanzar a tener.

Siempre digo que ser madre es uno de los mejores préstamos que no damos da la vida, porque en el conocemos que existe el amor verdadero, ese que nos pone al límite, que nos permite ya no pensar en nosotras solamente, sino en aquel otro ser que esta en este mundo y cuyo lazo es para toda la vida.

Si estás pensando en ser madre y aun no te decidís puedo garantizarte que no hay experiencia más genuina y valedera que el hecho de serlo.

Dar de sí antes de pensar en sí. Feliz Día para todas las Madres.