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Politica

Sábado 6 de agosto de 2016

Detrás de la fiesta

Los Juegos Olímpicos Río 2016 comenzaron, pero qué representará para Brasil y Argentina la visita de Macri.

Detrás de las 3 toneladas de pirotecnia, los 14 kilómetros de cable y los 36 metros de tela utilizados en la ceremonia de apertura. Detrás de las bromas con Pelé y el pebetero como protagonistas. Detrás, pero sobre todo adentro de las 70 mil personas que asistieron ayer al Maracaná y que abuchearon al presidente interino Michel Temer, se manifestó algo más que un acontecimiento deportivo.


Con un Congreso dividido, una oposición votada para ser oficialismo, protestas en las calles y manifestantes baleados, Brasil vivió su propia revolución de la alegría en el Maracaná. Por lo menos durante cuatro horas.


El PT (Partido de los Trabajadores) y aliados como el Frente Brasil Popular y por el Pueblo Sin Miedo protestaron durante la mañana y la tarde de ayer para pedir la renuncia de Michel Temer que ocupa la presidencia desde que Dilma Rousseff fue suspendida el 12 de mayo pasado. En una de estas manifestaciones fue herido de bala un joven.


Temer solo cuenta con un 13 por ciento de aprobación según la consultora Ibope y no fue elegido por el voto popular para ejercer el cargo que ocupa. Tal vez eso explique por qué fue abucheado en los ocho segundos que duró su discurso, a pesar de que no había sido nombrado en los altavoces en un intento de pasar inadvertido.


En la otra vereda, el Poder Judicial sigue con los ojos puestos sobre el PT. El ex presidente Lula Da Silva fue acusado ayer por la fiscalía brasileña de “haber participado activamente” en el caso de corrupción en Petrobras. Y por su parte, Rousseff espera el pleno de senadores del próximo martes 9 para saber si el proceso en su contra avanzará.


En este marco, el presidente argentino Mauricio Macri fue uno de los 40 jefes de Estado que asistió a la ceremonia. Pero a diferencia de los otros 39, él tuvo un momento a solas con el Presidente interino de Brasil.


Macri y Temer acordaron conversar después del 12 de agosto para resolver la situación en el Mercosur. ¿Qué situación? La presidencia rotatoria pro tempore del Mercosur es el máximo cargo ejecutivo del mercado común sudamericano. Su duración es de un año y rota alfabéticamente, con la presidencia de Uruguay terminada, el próximo encargado sería Venezuela, rival político de los actuales Presidentes de Argentina y Brasil.


Más allá de que no existe ninguna figura jurídica en el marco del organismo regional, existe un consenso entre Argentina, Brasil y Paraguay para rechazar la presidencia pro tempore venezolana.


Mientras Brasil es un hervidero en medio del juego olímpico y se acusa a Temer de golpista y usurpador, el gobierno argentino lo ubica como su aliado regional.