Feria del Libro

Periodista: En su discurso dijo que: "El llamado 'sinceramiento de la economía' de la nueva administración provocó una baja de ventas que afectó a las pequeñas y medianas editoriales" ¿hubieran preferido seguir con las políticas económicas anteriores?

Martín Gremmelspacher: Es difícil hacer una generalidad para todo el gremio. La realidad es que lo que más nos afectó es la baja en el nivel de poder adquisitivo de la gente. Hoy claramente el bolsillo del consumidor está disminuido y el libro, que no está en la canasta básica, se ve afectado inmediatamente. La caída en las librerías se nota más allá de que no haya una estadística oficial, pero los libreros y editores están quejándose.

P: Revisando algunos datos se ve que de 2010 a 2014 aumentaron un 114% los libros registrados, un 23 los títulos registrados y se redujeron en un 44% las importaciones de libros. ¿El cepo le sentó bien al sector editorial?

G: Sí y no. Depende de dónde uno se para con el tema del cepo, si lo miro como editor el cepo impide la entrada de nuevos títulos y entonces yo tengo mayores posibilidades de estar presente en las librerías. El gran problema de los editores es el espacio que tenemos en las librerías que es muy limitado, a mayor oferta para el librero menos espacio para el editor. Mi posición personal es un intermedio, creo en la bibliodiversidad y en que haya una gran oferta de libros. Por otro lado, como editor defiendo la industria nacional fuerte, porque eso es lo que nos genera la demanda.

P: En otras entrevistas, el gerente del Grupo Planeta, Ignacio Iraola, dijo que ellos están tranquilos y optimistas con respecto a este año, mientras que a ustedes se los nota expectantes. Más allá del tamaño económico ¿por qué la situación es tan dispar entre los grandes grupos editoriales y las pequeñas y medianas editoriales?

G: Por un lado, eso el capital. Pero sobre todo los autores, a veces el autor de peso te ayuda y las grandes editoriales también tienen los grandes libros del momento, en época política de los políticos y ahora veremos con qué vienen. Las otras editoriales no tienen el peso como para hacer ese tipo de publicaciones.

P: ¿Por qué grandes autores de best-sellers como Facundo Manes o Felipe Pigna caen en las grandes editoriales?

G: Primero porque tienen la posibilidad de pagar adelantos con grandes importes, lo que normalmente los demás editores no podemos. Y también hay algo de esnobismo de los autores, de querer publicar en tal o cual editorial.

P: ¿Además del plan Exporta-Fácil, plantean otro pedido al Gobierno?

G: El Exporta-Fácil es uno de los temas porque eso nos permitiría exportar más al levantarse ciertas limitaciones. Eso ya está en un estudio bastante avanzado con el Gobierno. Después estamos trabajando con dos proyectos en la legislatura, con el colegio de traductores, pero el Exporta-Fácil facilitaría las cosas para el sector editorial.

P: ¿Cómo es estar junto a los Nobeles de literatura Coetzeey Mario Vargas Llosa? Darles la mano, hablarles, compartir un espacio ¿Qué se siente?

G: Son humanos como nosotros, si bien cuando llegan desde la organización tratamos de facilitarles todo y tratarlos lo mejor posible. Muchos los admiramos a nivel personal, por haberlos leído o por gusto personal. A los autores también les gusta estar en las ferias, presentar los libros, exponer, tener la posibilidad del contacto con el lector les es muy grato. Y en particular, la Feria del Libro de Buenos Aires está muy bien ponderada en el mundo por lo que también es un orgullo para un autor presentarse acá.

P: Si bien la política está inmersa en casi todo ¿les gustaría que la política partidaria no esté tan presente en la Feria del Libro?

G: La feria es un fiel reflejo de la sociedad, si la sociedad maneja altos niveles de interés político eso se refleja en la feria y si es una época de menos política también. Esta es una época politizada, a mí personalmente no me molesta, todos tenemos una ideología. En 42 años hemos pasado por muchas administraciones de la feria y muchas presidencias del país y es de buen gobernante mantener las buenas políticas del gobernante anterior. Por eso en la feria se ve la presencia de la Comisión Nacional de Bibliotecas Nacionales (CONABIP), que comenzó con el gobierno anterior pero esta administración la mantuvo y es una medida positiva.

P: ¿Y cuando la política partidaria presiona a la Feria sobre sus expositores, como pasó en 2011 con Vargas Llosa y el kirchnerismo?

G: No. El material cultural no tiene que tener censura, ya conocemos la censura, la vivimos en épocas de dictadura hace 40 años y eso no se puede repetir. Por eso en la Feria no se censura y la cultura es cultura más allá de la ideología.

P: Solo el 17% de los libros están en formato digital ¿avanzan en el área digital para aumentar este porcentaje?

G: Te diría que es lo contrario. Salvo en los países anglosajones, la estadística mundial indica que el libro de papel avanza por sobre el material digital y nosotros nos movemos en esa misma línea. Por comodidad, por costumbre, porque lo tiene en la mano, la gente prefiere leer en papel. El principal competidor del libro de papel no es el libro digital, que es un producto marginal, sino Netflix, las redes sociales o el celular. El libro ocupa el espacio del tiempo libre en la vida de las personas, y hoy ese espacio lo comparte con estas nuevas tecnologías.

P: Finalmente ¿Cómo se hace para que el ciudadano prefiera el libro por sobre Netflix o el Candy Crush?

G: Es una cuestión cultural, a mayor nivel de cultura más se va a inclinar una persona por la lectura en vez de estar con el celular. ¿Cómo se hace? Organizando este tipo de eventos, la gente sale de la Feria con ganas de leer, de entrar al mundo de la lectura. Después hay otra parte que nos es ajena que es la de la educación de la sociedad.